Revista Viajes
En el siglo XV, en la isla de Madeira, se comenzó a cultivar la vid con cepas traidas de todas partes del mundo, especialmente una variedad llamada Malvasia cándida, que provenía de Venecia. Desde entonces y gracias a la riqueza de su suelo volcánico y la benignidad de su clima, el vino de Madeira, ha mantenido un reconocido prestigio internacional.