Como comentábamos en el post anterior, el comienzo de las conductas violentas es algo paulatino y espaciado en el tiempo. Cuando una persona lleva a cabo una conducta violenta, y comprueba que el resultado es el esperado, es decir, que consigue lo que quiere, se fortalece este comportamiento. El encontrar beneficios y no consecuencias negativas que le lleven a cambiar su forma de comportarse, es lo que le lleva a mantener esta conducta. Tenemos que tener claro que cuando una persona emite conductas violentas siempre tiene un objetivo y el conseguirlo anima a seguir repitiendo estos patrones de comportamiento.
La repetición continua de comportamientos agresivos, le da un carácter cíclico a la violencia. El ciclo de la violencia se trata de una serie de acciones, acontecimientos o fenómenos que se suceden hasta repetirse en el mismo orden.
- Acumulación de tensión: se caracteriza por la existencia de conflictos no resueltos entre nosotros, que al no ser resueltos producen cambios repentinos de humor, pudiendo terminar en violencia, principalmente psicológica como insultos y descalificaciones.
- Exposición o agresión: toda tensión llega a un punto en el que tiene que ser descargada, en este caso se produce mediante cualquiera o varios de los tipos de violencia que hemos visto sin ningún tipo de control, por lo que es una fase especialmente peligrosa por el riesgo que corre. Tras esta explosión muchas personas no saben qué ha pasado.
- Reconciliación o arrepentimiento: durante esta fase quien arremete pide perdón de manera habitual, dice arrepentirse, prometiendo que nunca se volverá a repetir. Se comporta de forma completamente distinta, se cree capaz de controlarse y piensa que la lección ha sido aprendida, que no va a volver a hacerlo y que no va a tener que volver a utilizar la violencia. Por lo general la persona agredida, al ver el cambio tan radical, suele pensar que ha sido algo momentáneo, le perdona y piensa que no se repetirá. Esta fase tiene a disminuir, e incluso llega a desaparecer, según se va desarrollando y cronificando el ciclo de la violencia.
Es importante saber que a medida que los comportamientos e interacciones violentas se repiten, cada una de las fases del ciclo va cambiando en duración. Al inicio se acumula mucho, se explota en menor proporción y la fase de arrepentimiento es significativa, es decir evidente. Sin embargo, a medida que se repiten estas conductas, no hace falta acumular mucho para explotar de manera más violenta y la fase de reconciliación o arrepentimiento es mínima, y a veces imperceptible.
Explicando el ciclo de la violencia se puede entender la importancia de las consecuencias negativas que deben tener este tipo de comportamientos y de prestar atención a conductas, que a veces obviamos por su poca transcendencia en el momento actual pero que puede llevar a instaurar esta dinámica en relaciones con otras personas.
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