Revista Cine
La supervivencia implica violencia. Ya que el condicionamiento heredado de nuestros antepasados supone en principio una quimera imposible de superar, el Poder como tal debe prevalecer para la organización de la sociedad. La legitimación de un ente superior (Estado) se fundamenta en este propósito.
Como no podemos superar el estadio de nuestros antepasados, somos presas de nuestro propio condicionamiento. Querer por lo tanto abolir las instituciones de Poder como son el Estado y el Capital (sin que antes haya habido una transformación espiritual del individuo) y de esta forma conseguir un nuevo Derecho basado en la igualdad y la solidaridad se hace imposible por lo que implicaria todo un proceso de transformación social fallido de antemano.
La transformación del individuo debe preceder al conjunto de cambios para la resolución de los conflictos que determinan las relaciones sociales basadas en el principio de la violencia como fundamento y que requieren de la autoridad en todos los ámbitos de la vida. La jerarquía conforma el cuerpo social y crea la división de la sociedad en clases. Donde hay división, hay conflictos y violencia, con lo cual el sistema basado en la autoridad se retroalimenta para consolidar la dominación.
La confrontación contra el sistema de dominación pasa por la desobediencia en todas sus manifestaciones represoras, ya que sin servidumbre no podría existir tampoco la dominación, el leimotiv para alcanzar la emancipación del individuo y de la sociedad debe ser la desobediencia y no la violencia, ya que el uso de la violencia es en la inmensa mayoría de las ocasiones reprobable y puede implicar por su misma naturaleza un reforzamiento del mismo sistema de dominación al que se quiere combatir, no es pertinente como herramienta para la liberación de los oprimidos.