Sin sensiblería ni golpes bajos, Violeta se fue a los cielos conmueve hasta dejar un nudo en la garganta que se resiste a deshacerse en lágrimas. Quienes de este lado de la cordillera crecimos con las canciones “Gracias a la vida” y “Volver a los 17″ quedamos arrobados ante la adaptación que Andrés Wood hizo del libro homónimo escrito por Ángel Parra, hijo de la cantautora chilena. Lejos de la biografía de manual, el también director de Machuca y la actriz Francisca Gavilán nos brindan una versión conmovedora de quien compuso los dos himnos que en la Argentina inmortalizó la muy querida (y extrañada) Mercedes Sosa.
“Lo que Wood me propuso fue encarnar a «mi Violeta», más que intentar un retrato perfecto de ella. Es decir, sacar afuera lo que ella provocaba en mí, las resonancias que me dejaba”, sostiene Gavilán en esta entrevista que concedió al diario La Segunda días antes del estreno en el país trasandino. La declaración viene como anillo al dedo para explicar lo que algunos espectadores sentimos durante la proyección del largometraje: la pasión, la nobleza, la dignidad, el orgullo que transmite la protagonista parten de un reconocimiento hecho con absoluto compromiso afectivo e intelectual.
Sin dudas, Francisca es la Violeta que muchos imaginamos, admiramos, queremos. Por un lado, impresiona el parecido físico que incluye la coincidencia de voces (cabe destacar que la actriz se preparó durante un año para cantar como Parra). Por otro lado, sacude el grado de compenetración con un personaje para retratarlo en sus dimensiones privada, pública e icónica (como representante de la canción popular de un país e incluso de una región).
El ego argentino nos lleva a señalar la participación del siempre impecable Luis Machín (aunque su entrevistador a lo Pipo Mancera nos deja mal parados). Wood también convocó al Chango Spasiuk para la asesoría musical de una banda sonora cuyo CD más de uno querrá comprar.
En Chile, Violeta se fue a los cielos convocó a 350 mil espectadores en sus siete semanas de exhibición. Éxito de taquilla, quedó pre-seleccionada para competir por un próximo premio Oscar a la mejor película extranjera.
Wood y Gavilán viajarán a Buenos Aires para promocionar el estreno local que en principo tendrá lugar el jueves 27 de octubre. Ojalá nuestro público sepa apreciar el gesto y responder con alto nivel de asistencia a una propuesta que sobre todo los admiradores de Parra no deberían dejar pasar.