Los biografías en cine, el tradicional y exitoso género del biopic, en la mayoría de los casos se reduce a una historia previsible a más no poder, si se conoce al protagonista de la película, lineal, para que ni un solo espectador se descoloque, y con un esperado final, todos acaban muriendo.Pasan años antes de que alguien se atreva a realizar algo imaginativo y fuera de lo esperado. La última vez que ocurrió fue en 2007: Todd Haynes y su I’m Not There sobre el mítico Bob Dylan (seis actores para interpretarlo dieron como resultado el “biopic” por excelencia).Francisca Gavilán no ha necesitado la ayuda de cinco de sus colegas. Ella sola se basta. Pedazo de actriz que se funde en el papel de Violeta Parra. Aunque sea por ver el sublime trabajo interpretativo (triple salto mortal) que realiza, merece la pena verla. La actriz encarna de tal manera su personaje que me parece imposible imaginármela en otro rol.Pero la película no se reduce a un master de interpretación. Basada en el libro de su hijo, Ángel Parra, vamos asistiendo a la fuerza del instinto de esta mujer luchadora, al coraje de esta madre frente a todos y a todo, en especial, la miseria y la ignorancia, a su libertad de pensamiento y acción, el compromiso social y su voz que crea esperanza y despierta conciencias. Un excepcional momento para conocer a la cantautora y pintora, tristemente, desaparecida en 1967.Ándres Wood lleva una carrera llena de hallazgos, buenas ideas y mejores actores. Desde 1997 con Historias de fútbol, pasando por La fiebre del loco (2001) o Machuca (2004), ha sabido contarnos la historia chilena con una inteligencia y habilidad dignas de encomio. Por quinta vez, Miguel loan Littin se vuelve a encargar de la fotografía del último trabajo del director y el resultado es, como siempre, espectacular. Como muestra las fotografías que acompañan este texto (composición exquisita, cromatismo en equilibrio, perspectivas audaces…) y con este nivel durante dos horas. Consecuencia directa del visionado de la película: lectura de todo lo imaginable sobre esta extraordinaria mujer, un disco de lo mejor de la cantautora y varios meses entonando Gracias a la vida…, al cine y a Andrés Wood, que no necesita tocar madera, para que el público exigente vea en su película, un excelente trabajo cinematográfico.