No sé si virginiano viene de culto a la Virgen, de un natural de Virginia, un nacido bajo el signo de Virgo o de ser virgen de ano (no del año), aunque con estos Pica Piedra lo último resulta casi imposible, estando como están todo el día “consagrados” a dar pol ojete (con mayor o menor éxito en ese ojo estrecho de la muy urna), lo que echa por tierra la imagen de la España machota que yo tenía, la de los dos cojones. La de las corridas.
La Santísima Virgen de los Dolores de Archidona (SVDA), lugar famoso por la insólita hazaña de un portentoso cipote (Camilo José Cela), ha recibido la Cruz de Plata de la Guardia Civil “por orden” del ministro del Interior, el virginiano Fernández. Conviene recordar que esta chapa se concede a quien haya prestado “una relevante colaboración con la Guardia Civil”, en interés de la patria y bla bla, toda esa ñoñería y beatería tóxico-paralizante.
Esta nueva distinción llega cuando aún está pendiente el fallo judicial (Audiencia Nacional) sobre la condecoración de la Policía (2014) a otra Virgen malagueña de no sé qué – es que me lío, hay una virgen para cada cosa – a instancias de unas demandas puestas por dos organizaciones laicistas. Sinceramente, virgen mía, no sé a qué cojones (perdón) viene tanta colaboración con institutos armados y fuerzas del orden (y desorden) si tú bien ves cómo se apañan con sus porras y sus pelotas de goma, que es como otro rollo fálico-porno del famoso cipote pero menos placentero, tan duro este otro que van fabricando tuertos y tuertas cada vez que les da por el exhibicionismo.
Virgen mía, baja o ven de donde estés y dime para qué quieres más cruces, ¿no te llegó con la de tu hijo?, porque no me imagino que sea para fundir la plata y trapichear con ella, ¿o es que también aspiras a la Gran Cruz de Gürtel e Ilustres Latrocinios? Si es así me callo, ya estoy acostumbrado. Quizás el populacho sea tan malo y vil que otra prima o hermana tuya, la del Amor, no se digne a prestarles un poco de su nombre. Habla con Fernández, virgen del amor, que por ahí va rodeado de sotanas (en alguna se refugia el mismo satanás), inaugurando innecesarios cuarteles de institutos armados (los pantanos salen más caros). Dile que en lugar de ir regalando cruces a sordos iconos de madera quite de los hombros de sus gobernados mortales algunas de las que no hemos pedido y que a la fuerza nos han colocado. A gritos solicitamos su retirada. Que dios te lo pague con muchos hijos (no, perdón, que luego tenemos un follón horrible con la sucesión).
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