Todo madrileño que se precie en algún momento ha visitado Chinchón, y todos hemos quedados sorprendidos por el encanto de su casco histórico y lo bien que se come y se bebe.
Tan solo a 45 km de Madrid, la visita a Chinchón se puede realizar para pasar el dia y no es necesario dormir, pero en nuestro caso, debido a una celebración familiar, pasamos noche lo que no permitió recorrer el pueblo con tranquilidad y sobre todo visitarlo de noche, ya que la plaza a la luz de los focos gana aun mas en belleza.Para alojarnos elegimos el hotel rural, La graja ( http://www.lagraja.com/), una antigua casa de labranza que conserva todo tipo de detalles. Con un patio central precioso, resultó estupenda para el encuentro familiar, ya que pudimos reunirnos toda la familia en el patio y charlar tranquilamente, a la antigua usanza.
La comida especial la hicimos en Mesón Cuevas del vino, quizá uno de los restaurantes mas conocidos de Chinchón. Mantiene en sus cuevas la antigua bodega, y en la parte del restaurante repleto de antiguas vasijas de vino firmadas por todo tipo de autores, diplomáticos y personajes de la farándula que uno se pueda imaginar.Tiene un menú degustación de 35€ muy bueno, pero los entrantes quizá demasiados en numero pero escasos en tamaño. Mi recomendación seria mas pedir a la carta reduciendo el numero de platos a compartir.
Cena mas ligera a base de ensaladas en lugar con terraza muy agradable: Los Huertos.Al día siguiente visita de los principales monumentos de Chinchon:- La iglesia, donde dicen hay un cuadro de Goya que no llegamos a descubrir al estar cerrada.- La torre del reloj- El castillo- El parador nacional que se ubica en el antiguo monasterio- Por supuesto la Plaza. escenario de multitud de películas y anuncios, se mantiene muy bien conservada. En fines de semana para los peques ofrece la posibilidad de un pequeño paseo en burro!!