La visita anterior, los oídos estaban pidiendo la intervención quirúrgica, aún así el doctor nos dio un voto de confianza para un mes más de tratamiento y conocer su evolución.
Con todo el puente, todas las visitas puestas normalmente en estas fechas del mes se habían acumulado, aunque ya de por sí hay mucha cantidad de gente siempre. Un accidente nos hizo llegar tarde y la entrada es por orden de llegada, así que os podéis imaginar… Una hora y media después de la cita entramos, por fin, a consulta.
Fue algo rápido, le pasamos el informe de ingreso de Bebé Fúturo de la semana anterior, nos sentamos en el trono, metió las cámaras, Bebé Fúturo no lloró ni nada. Y… ¡¡vio mejoría!! Así que se cancela la posibilidad de una intervención quirúrgica, de momento. La otitis la sigue teniendo (¿en serio duran tanto las otitis? Ya van unos 7 u 8 meses).
Comentamos que la posibilidad de la mejoría posiblemente haya sido por la ingesta del antibiótico para la bronquitis, nos quitó el tratamiento de aerosoles y nos ha mantenido el Ketotifeno oral.
A punto de salir, después de ver la cantidad de cera que tenía Bebé Fúturo a través de las cámaras, le pregunté por la mejor forma de limpiarle. Y nos dijo que no se limpia nada de nada, que las orejas por dentro no se tocan. ¡Qué alivio! Era lo que tenía entendido y la doctora de la guardería me pidió una vez que lo limpiara para ver dentro del oído y ya me dejó con la mosca detrás de la oreja.
Y ahora a esperar a la cita de la revisión a final de enero…