Fomentar un turismo de naturaleza respetuoso y sostenible siempre es uno de los objetivos principales que tenemos que tener en cuenta al hacer este tipo de rutas, con las cuales podemos gozar de un día de campo con nuestros compañeros espléndido.
Haciendo un resumen de esta visita a este Parque Natural puedo decir que con la bienvenida del técnico de medio ambiente que nos estaba esperando en el lugar de encuentro empezaron las “lecciones” por decirlo de alguna manera (puesto que no asistimos a clase), nos dieron información sobre las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, aportando como es de esperar el valor del patrimonio natural y conforme avanzaba el día el valor de la geodiversidad y etnografía asociada a la cultura del agua en este Parque Natural.
Al ir un poco justos de tiempo empezamos la ruta un poco más deprisa de lo normal pero aún así no hubo ningún contratiempo.
Nos explicaron que este Parque Natural se encuentra dentro de la Red Natura 2.000 que no es más que una red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad.
También los distintos medios que existen como el medio forestal (lo que se considera el entorno del bosque) y el medio rupícola (zonas de la pared rocosa) donde predominan cierta fauna y vegetación.
Un ejemplo de ave rupícola y que se encuentra por esta zona es el buitre leonado (que tuvimos la oportunidad de ver), ya que anidan en las rocas.
Además este Parque Natural entra dentro también de Zepa, zona de especial protección para las aves puesto que encontramos zonas naturales de singular relevancia para la conservación de la avifauna amenazada de extinción.
Avanzando un poco más llegamos a la Cascada del Chorrogil donde estuvimos un rato contemplando esas fantásticas vistas y observando por los alrededores donde nos encontramos con la formación de tobas o travertinos, rocas sedimentarias formadas por depósitos de carbonato cálcico en las cuales se podían ver fósiles (dándonos valor paleogeológico) de vegetación así como la oquedad que dejaron en su momento.
Esquina inferior derecha, hueco dejando donde antes había una rama
Pequeños surcos donde antes habían restos de vegetación
Continuamos con la ruta hasta llegar al embalse de Aguascebas para poder descansar y reponer fuerzas con ese almuerzo tan característico de productos ecológicos que nos ofrecen desde el Cea, El Acebuche.
¡Esta foto es de portada!
Esta vez no me he olvidado de ti Helena, echabas de menos la foto en otro artículo y aquí te dejo un regalo. ¡Disfrútalas!
Ya descansados y con la “pereza” típica de después de comer volvimos a ponernos en marcha con la intención de ir a Barranco de la Osera pero como el embalse no estaba tan cargado dejando a la cascada de allí sin agua y un poco con el tiempo encima para volver, realizamos en una parada otra interpretación del paisaje viendo la vegetación (cornicabras, quejigos, encinas, sabinas… además de fallas inversas con sus cabalgamientos en las paredes de enfrente observando esos saltos tan característicos.
Un día para volver a repetir cuando haya más agua para poder ir a la segunda cascada y volver a visitar este Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas.Sin duda, ya estoy esperando la siguiente Ruta de Cea, El Acebuche.
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