Caminamos por la calle Rosselló, un tanto desubicados, aunque rápidamente la descubrimos entre tanto edificio residencial. Sus paredes de ladrillo de arcilla la hacen inconfundible. La Antigua Fábrica Damm nos recibe rodeada por una original verja formada por las letras de la compañía, una señal inequívoca de que no estamos entrando a un edificio cualquiera.
Tras identificarnos, conseguimos atravesar la verja y acceder al patio de entrada. Aquí los motivos navideños son acordes al lugar: barriles adornados con luces y estrellas navideñas. Lo que más nos ha gustado? El antiguo carromato que se utilizaba para transportar barriles de cerveza, totalmente adornado, precioso!!!
Nos dirigimos ya hacia el edificio, que nos esperan dentro!La Antigua Fábrica es una construcción impresionante, de cinco plantas de altura, coronadas por el archi-conocido logotipo cervecero.Admiramos el edificio impresionados por su dimensiones, y por todas las historias que sus gruesas paredes guardan. ¿Os contamos una anécdota? Ese grosor de sus paredes hizo que durante la Guerra Civil la gente viniera aquí a refugiarse y curarse.
Desde una de las ventanas vemos lo que nos espera en el interior...woooow!!!
Tras recomponernos de la impactante visión, conseguimos haceros esta increíble panorámica del interior. Ocho ollas de cobre de dimensiones considerables y variadas ocupan la llamada Sala de Brassatge, reconvertida en Hall de la Fábrica.
Tras admirar las cerveceras ollas de cobre, continuamos nuestra deambulación por la Fábrica. Salimos de la Sala de Brassatge para acceder a la Sala de Màquines. Como veis, se ha mantenido la denominación de las salas y la esencia de lo que en su día fue, haciendo que el visitante mantenga la perspectiva del lugar donde se encuentra.
Atención a la original lámpara que ilumina la zona de paso entre ambas salas.
Y por fin! llegamos a la Sala de Màquines, la sala de los conciertos, de los festivales, de los encuentros, de las fiestas.... En su interior se han mantenido también las paredes de ladrillo rojo, las paredes de la Fábrica original, pero su contenido no podría haber variado más. En uno de los laterales un pequeño escenario, un proyector, y varias iluminaciones que muestran el logo dammero.En la otra punta de la sala, una barra de bar. ¿Obvio, no?
Otra curiosidad: en una esquina de la sala se puede ver una maqueta de la antigua fábrica.
Y hasta aquí nuestra visita, esperamos que os haya gustado este post. Nosotros ahora nos vamos a tomar unas cañas a vuestra salud. Invita la Fábrica ;)