Ayer llevé a mi agaporny al veterinario de exóticos. La llevé para hacerle una revisión, ya que es viejecita, 13 años, y al igual que muchas personas ya con edad, tiene que tomar vitaminas y antiinflamatorios.
Ya la he llevado alguna que otra vez, pero ayer me sorprendí de la cantidad de gente que tiene pequeñas mascotas que las cuidan como si de sus hijos se trataran ( y yo me incluyo). Habían agapornis, periquitos, canarios, hurones, conejos, papagayos, ninfas, tortugas y hasta una paloma. La sala de espera parecía un zoo.
Y por lo que pude comprobar, al igual que en la sala de espera de nuestros médicos, los veterinarios iban con retraso.
La clínica veterinaria donde llevo a mi agaporny está muy bien distribuida. Al entrar, la recepción, y a continuación la sala de espera. Luego hay un pasillo, donde hay diferentes consultorios, y cada uno de ellos tiene colgado en la puerta un letrero con la especialidad: pequeños mamiferos, aves, reptiles, laboratorio, UCI, quirófanos.. Es una clínica completisima.
Y al igual que en las salas de espera de nuestros médicos, en la sala del veterinario, hablamos de las dolencias de nuestras mascotas.
Yo opino que para tener una mascota, cualquiera que sea el animal, hay que tenerla en óptimas condiciones, no sólo por ella misma, sino por nosotros, los enfermos renales, que estamos expuestos a cualquier infección. Tenemos que cuidar de que tengan sus vacunas en regla, en caso de mamíferos, que estén desparasitados, que no tengan enfermedades contagiosas etc.. En fin, que gocen de buena salud, y para eso es imprescindible la visita al veterinario por lo menos una vez al año, aplicarles los cuidados que sean necesarios y, por supuesto, una perfecta higiene de la jaula y todos los utensilios que utilicen.
Al final, mi "viejita", está bastante bien, con algunos achaques de la edad, pero con las vitaminas y los antiinflamatorios que le receta el veterinario puede llevar una vejez con muy buena calidad de vida.
Ana Hidalgo