
Pero cuando accedes al interior todo cambia y parece que entras en otro mundo, lo primero que me ha llamado la atención al entrar ha sido la cúpula y ese azul lleno de estrellas. A continuación he visitado la sala Sorolla “el maestro de la luz" sólo puedo decir que es “impresionante”. 50 y ocho obras de dan a conocer la trayectoria artística de Joaquín Sorolla Bastida (1863-1923) la colección nueva desde los años de estudiante hasta el final de su carrera: empieza por el bodegón de frutas que pintó a los 15 años y termina con los retratos de Amalio Gimeno y Lucrecia Arana, obras de su última época.

Podemos encontrar magníficas obras que representan la época en que Sorolla buscaba un lenguaje propio y la maestría, con la que abordó distintas temáticas y estímulos. El porque se le conoce como el maestro de la luz se entiende después de ver algunas de sus obras. La sala Sorolla alberga además paisajes, jardines, magníficos ejemplos de pintura religiosa, marianas y otras "que no dejarán indiferente a nadie". También hay una gran colección arqueológica; que tiene origen con la creación en 1864 del Museo de Antigüedades de Valencia, que posteriormente se incorpora a la Real Academia de bellas artes de San Carlos de Valencia. El conjunto recogía un total de 49 piezas: romanas,paleocristianas, góticas y renacentistas, se fue incrementando con obras procedentes de edificios destruidos y donaciones particulares hasta llegar constituir un patrimonio arqueológico de más de 300 piezas.


No es el Museo del Prado al que he visitado en varias ocasiones, pero el Museo Pío V es el de los valencianos y por desgracia un gran desconocido para muchos.Ademas debe de ser una visita obligada para todo aquel que desea conocer un poco más nuestra cultura e historia.