Por Francisco Javier Terán Reyes. El joven Juan Diaz Alba sustituye a Francisco Estevez como corresponsal del semanario Union de Tarifa. Gracias a esta cronica de mi abuelo, sabemos además que estaba apunto de electrificarse Facinas; sabemos del mal estado de la Iglesia; conocemos el local para el futuro cine y como no, nos habla de su querida gente y de nuestra bella aldea.
Además es para mi una gran satisfaccion poder colaborar en rescatar la historia de Facinas, como me consta en otras páginas de excelente calidad tales como la de Cozar , http://www.facinas.org/
y tantos ,tantos amigos que ayudan desinteresadamente a su memoria.Valgan estas torpes lineas para dedicarle mi mayor felicitación por tal profunda, seria y documentada difusión de esta bella tierra.
Yo, humildemente Francisco Javier Terán Reyes, me embarco, me empeño en rescatar y dar a mi gente de Facinas, algunos, otros tantos más de datos que enaltecen aun más mi querida Campiña y honrra la memoria de todos sus habitantes, al igual que honrra el cariño de mi familia por dicha aldea. Aqui se juntan, en este trabajo tres generaciones de historiadores, aqui se juntan las tres plumas, delicadas y de dedos torcidos, la de mi abuelo Francisco Terán Fernádez; la de mi padre Jesús Terán Gil y la mia propia, Francisco Terán Reyes. Gracias por vuestras lecturas
El maginífico auto-correo que hace el servicio entre Algeciras y Cádiz nos llevó hace unos días al pintoresco lugar llamado Puerto de Facinas.
De este puerto sin mar y sin barcos tuvimos que andar poco más de un kilómetro hasta llegar a la simpática y hospitalaria aldea de Facinas, jirón de alma tarifeña, según dijo tan acertadamente nuestro Director en uno de sus artículos.
Mientras ascendemos por la célebre cuesta nos encontramos a labradores que suspendiendo sus faenas agrícolas nos saludaban cortésmente. Son hombres de campo, esos hombres rudos al parecer porque sus rostros están tostados por el sol y sus manos encallecidas por el trabajo, pero que sus almas son sanas como las fragancias que se aspiran de la extensa campiña regada con sus sudores.
Por fin divisamos a Facinas que disimuladamente se extiende del cerro hacia la ladera como queriendo escapar hacia la capital de provincia.
A las ocho de la mañana nos hallábamos en casa del digno alcalde de la villa don Enrique Diaz Pérez el que desde el primer momento tuvo para nosotros exageradas deferencias.
A causa de hallarse ausente el que hasta ahora fue nuestro activo corresponsal don Francisco Estevez de Salado, por estar sometido a un régimen curativo despues de haberle sido hecha una operación quirúrgica en la ciudad de Algeciras, ha sido nombrado en la antes dicha aldea para que desempeñe el cargo de corresponsal literario y administrativo de UNION DE TARIFA el joven don Juan Diaz Alba, el que nos acompañó a visitar a numerosos amigos y entusiasta de nuestra sana campaña. Nos sería imposible enumerar a todos ellos; recordamos los señores don Francisco Moya Chico, don Domingo Castro Vera, don Jo´se Cuesta, don Antonio Pérez, don Vicente Gil y el culto médico don Luis Espina.
En el establecimiento del Sr. Romero Ramos tuvimos el gusto de saludar al joven médico Juan Pérez Melendez, quien dedicó efusivos elogios a nuestro periodico al que le estamos tan agradecidos por la propaganda que ha hecho en favor de Union de Tarifa viéndose, gracias a su desinteresada labor, aumentado considerablemente de suscriptores en aquella pequeña población.
El inteligente médico Sr. Pérez Meléndez se excusa de tener que salir al campo donde asuntos de su profesión le reclaman.
Despues de almorzar en casa de don Enrique Díaz donde fuimos amablemente invitados, acompañados de este señor que tan acertadamente se halla al frente de la aldea fuimos a visitar al cura señor Roldán el que nos enseñó el pequeño recinto sagrado donde las lindas facinenses se arrodillan para escuchar el Sacramento de la Misa.
El señor Roldán nos habla del mal estado de la iglesia y nosotros asentimos viendo la humedad de sus paredes. Es lástima que Facinas una aldea que va progresando no tuviera otra iglesia en mejores condiciones.
Despues fuimos a visitar la fábrica de harina y luz eléctrica de don Diego Rozano, el que nos recibe con la amabilidad que le caracteriza, dándonos detalladas explicaciones del motor, siendo este molino uno de los montados con todos los adelantos modernos.
El Sr. Rozano nos habla entusiasmado ante la perpestiva de que va a dotar a su pueblo con la luz eléctrica esperando cierto requisito necesario.
Nos enteramos también al pasar por cierta obra en construccion de dicho local que servirá para un "cine".
Señor esta Facinas es mucha Facinas, progresa de un modo enorme.
Lo que sí nos extraña es que aun las calles de esta típica villa continuen mal pavimentadas. ¿Cómo no se ha reunido nunca los vecinos pudíentes para contribuir y arreglar por lo menos la calle Real?.
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A las cinco de la tarde nos despediamos del alcalde Sr. Diaz de su distinguida señora y de su simpática hija Pepita, de nuestro corresponsal y de muchos amigos y comenzamos a descender la cuesta que nos lleva al "puerto" donde a la par que nostros llega el autocorreo de Cádiz. Pero he aquí que el soberbio ómnibus viene abarrotado de ingleses y el simpático revisor Sr. Molino nos dice que lo siente mucho, pero que nos tiene que dejar "anclado" en el "puerto".
Y así efectivamente. Allí quedamos charlando con el dueño del Ventorrillo señor Aguera¨y dejamos pasar las horas... y algunos autos particulares que van abarrotados de pasajeros.
No hay remedio, el único medio de locomoción es el correop y este marcha ya por cerca de Algeciras.
A las ocho y media una estrella salvadora hiere nuestros ojos. Esta estrella se multiplica por trés, dos faros de un risueño automovil y del amigo Gurreita que conduce a este que en menos tiempo que pensarlo nos deja sano y salvo en la Puerta de Jerez.
¡Nunca nos pareció más simpático un automovil!