Visitando Shanghai

Shanghai es una ciudad portuaria en el delta del río Yangsté y sirve de ventana al resto del mundo, por eso mismo no se parece demasiado al resto de China. O eso dicen las personas con las que he hablado. También es la ciudad china con más habitantes, esto son unos 23 millones de shangaianos. Barcelona tiene un millón 600 mil barceloneses, Madrid 3 millones de madrileños y Bilbao 350mil bilbaínos. Ahí os dejo los datos vosotros os hacéis la idea. Sin pensar mucho os garantizo que no es una ciudad pequeña. Al menos tiene el sistema de autobuses más grande del mundo con mil líneas de autobús y 8 líneas de metro que conectan la ciudad perfectamente. Sin contar el tren Maglev un tren de levitación magnética con una velocidad media de 240km/h y una velocidad máxima de 430km/h, recorre 30 kilómetros en 7 minutos.

En el centro de la ciudad está la Plaza del pueblo y el Parque del pueblo donde también está el museo de Shanghái de entrada gratuita, el Gran Teatro de Shanghái, una fuente musical y un par de centros comerciales subterráneos. Sólo levantando la vista en la zona de Hangpu puedes ver edificios comerciales grandes y altos que destacan sobre el resto de construcciones como la Torre plaza del mañana con una bola del mundo girando entre sus brazos, la nueva Torre Mundial de Hongkon o el Shimao. De ahí en dirección al río sale la calle peatonal Nanjing, un kilómetro lleno de comercios nuevos y antiguos por la que puedes pasear durante un kilómetro hasta llegar al río.

Tiene un food hall con precios interesantes y restaurantes decentes. Lleno de delicatesen internacionales en la planta baja, chinas en la segunda planta y restaurantes sin una palabra inglesa en la tercera planta. En la planta de productos más o menos locales vi una tienda donde sólo vendían churros negros con pinchos, todos a diferentes precios. Después de observarlos atentamente y ver como bastante gente se acercaba a comprar vi un cartel en inglés explicando que eran pepinos de mar, personalmente no sabía que fueran comestibles. En la tercera planta puedes comprar cualquier comida que te apetezca a precios no-turistas. Sólo tienes que saber chino. Bueno… También puedes usar la imaginación y usar el móvil para hacer una foto a lo que quieres, ir con tu sonrisa a pedirlo, pagarlo al mostrador y finalmente ir con tu papelito al cocinero. Estoy segura que nunca había cenado tan bien por 80 céntimos.

En la zona del río puedes ver a un lado la zona moderna con rascacielos imponentes de las formas más diversas y en la otra orilla el antiguo Shanghái con sus edificios históricos y de la época colonial. Todo conectado por un túnel que tiene la ventaja de cruzarte a otro lado, zona de Lujianzui, por 5€ ahorrándote la molestia de gastarte 40 céntimos en metro o los 30 céntimos del ferry. Por algún motivo que desconozco, tal vez rentabilizarlo, está marcado en todas las guías y es lo primero que te dicen que “has de ver” en Shanghai. He visto imágenes y lo he ido a ver desde fuera, lo llamo el túnel epiléptico. Me recuerda allá por 1997 cuando Pikachu envió a los 600 niños al hospital con problemas de epilepsia fotosensible.

En el lado nuevo, el distrito de Pudóng o distrito financiero, junto a la sede de la Bolsa de Shanghái tenemos un montón de rascacielos. La torre Jin Mao, el Centro financiero internacional de Shanghai y la Torre de la perla oriental siendo esta última la cuarta torre de televisión más alta del mundo. De día tiene un color rosa, morado que la hace aun más característica y por las noches se ilumina de diferentes colores. Para entrar a la Perla Oriental los precios van desde ¥120 para la primera esfera y el museo hasta los ¥318 por cena de buffet en la esfera más alta. Si sólo quieres entrar al museo de historia de Shanghai son ¥35. El Centro financiero internacional de Shanghai con 101 plantas y 492m es el tercer rascacielos más alto de China con un hotel en su interior y por ¥150 puedes subir a las plantas 94, 97 y 100. El paseo marítimo tiene un muro anti inundaciones con diferentes marcas diciendo hasta donde llegó el agua en tal o cual año, el lado interior está lleno de restaurantes pero la orilla es tranquila y bien merece paseo de dos kilómetros y medio.

En la otra orilla está el Bund o lado antiguo con un paseo de poco más de un kilómetro. El edificio más característico tal vez sea el Centro Financiero un edificio alto con un sombrerito encima que se acabó de construir en el 2002. Pero tiene edificios góticos, renacentistas, barrocos, neoclásicos y art decó.

Si tienes ganas de callejear desde la orilla de El Bund puedes llegar hasta el jardin Yu. Un Jardín privado de 400 años fundado durante la dinasta Ming que puedes visitar por ¥40.

Está situado en la zona del templo de la ciudad de Dios (Chenghuang Miao). Además del templo es en realidad una zona llena de tiendas de comida y edificios con más de un siglo. Aquí contrastan las tiendas enfocadas al turista con sus menús y explicaciones en inglés con las tiendas donde el occidental no saca la cabeza por la puerta. A no ser claro, que veas un dibujo de comida rica a un precio muy muy decente y te metas justo para darte cuenta que en el interior no hay dibujos ni nada que entiendas y acabes señalando un montón de signos chinos con una sonrisa y pagando ¥26 porque es el único símbolo que entiendes mientras rezas para que no hayas pedido algo súper asqueroso.

No muy lejos de la plaza de la gente está Xin Tian Di es un barrio que decidieron demoler y volver a construir. Aunque ellos lo llamaron reformar, no sé qué opinará la gente que vivía ahí. He estado dos veces y creo que es un sitio para que los turistas se crean que están en China mientras comen comida italiana, vietnamita y francesa a precios semieuropeos. Está lleno de occidentales haciendo negocios o de turisteo, suelen ir acompañados por un nativo que les habla en inglés o les enseña el lugar. Camper, Zara, Fred Perry, Starbucks y Armani se ríen por dentro al lado del recinto donde se celebró el primer congreso nacional del CPCC (partido comunista), de entrada gratuita, mientras los atentos seguratas vigilan cada esquina. De la zona de Xin Tian Di sale la calle Huaihai increíblemente llena de tiendas caras donde perderte de compras.

Xin Tian Di

Lugar del primer congreso nacional del CPCC

Y si quieres ir un poco más lejos te puedes pasar por el templo budista Jing’an construido en el año 247 convertido en una fábrica de plástico durante la revolución cultural y devuelto a su función de templo en 1983. Por ¥50 puedes entrar saludar el Buddha de Jade sentado más grande del país, arrodillarte ante un montón de figuras religiosas, rezar mientras quemas incienso, lanzar monedas para intentar que se cuelen por el centro de la pagoda/olla metálica que hay en el centro o escuchar los cánticos y golpes de campana de los monjes. Justo enfrente hay un centro comercial y en su base un supermercado con comida internacional, por si sientes la necesidad de comprar chocolate Belga ;)

Templo budista Jing’an

Creo que lo he leído cinco veces ,así con la imaginación
ya me imagino en Shanghai

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Me alegro que te guste Carmen

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La comida no tenia mala cara ,
¿probaste los pepinos de mar?
el resto impresionante, por lo grandioso, aunque para encontrar la china que debió ser tengas que separar mucho todo lo moderno
tenia ganas de ver cosas de Shanghai explicadas por ti

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