Lunes 23 de Marzo de 2015
El análisis detallado de dos tormentas del tamaño de continentes que estallaron en la atmósfera de Júpiter en marzo de 2007 muestra que el calor interno de Júpiter juega un papel importante en la generación de perturbaciones atmosféricas.
La comprensión de este brote podría ser la clave para desbloquear los misterios enterrados en la profunda atmósfera joviana. Un equipo internacional coordinado por Agustín Sánchez Lavega, de la Universidad del País Vasco en España presenta sus conclusiones sobre este evento en la edición del 24 de enero de la revista Nature.
El equipo ha seguido la nueva erupción de actividad de las nubes y su evolución con una resolución sin precedentes usando el Telescopio Espacial Hubble, el Telescopio Infrarrojo en Hawai, y los telescopios en las Islas Canarias (España). Una red de telescopios más pequeños de todo el mundo también apoyaron estas observaciones.
Fotografía original
Crédito: NASA, ESA, IRTF, A. Sánchez Lavega y R. Hueso (Universidad del País Vasco - España)
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