Dicen que con mucha concentración y práctica, esto se consigue. Básicamente, es engañar al cerebro. Ser más listo que él…
Según los últimos estudios, visualizándose a uno mismo haciendo una actividad, el cerebro puede llegar a suponer que es una práctica real .Las áreas y estructuras cerebrales que se activan son las mismas que en esa práctica real…
Las posibilidades, pues, son infinitas y , a priori, de tan básico, parece como de mentira pero…¿Quién no ha sentido miedo, imaginando una situación concreta? Incluso, sudamos y se nos acelera el corazón…Generamos casi las mismas respuestas que en la realidad. ¿ No es eso como una visualización?
Para visualizarse , por eso, hay que trabajar un poco.El cerebro no es tonto y debemos “convencerlo” de que lo que está “pasando” es real. Los detalles son fundamentales. Cuantos más detalles se visualicen y de diferentes calidades ( aromas, tacto y texturas, sonidos, atmósferas,…) más certeza tendrá nuestro cerebro que eso, está pasando de verdad.
Vale. Hay que imaginar. Y con detalle. Y suponer la experiencia. Y el estado en el que la vives. ¿Por qué no intentarlo? Tenemos todos los recursos a nuestra disposición…
¿Lo engañamos?
Para hacerlo bien, iniciemos una primera fase de preparación.
Concentrémonos en estas fotos y absorbamos los máximos detalles.
Después, una vez memorizadas, pasaremos a la segunda fase, en la que nos imaginaremos “experimentando” esos lugares.
Si estáis muy necesitados de una vía de escape, se puede pasar a la segunda fase directamente.
Te instalas en la foto, directamente y punto.
¿Vamos?