La vitamina D podemos encontrarla en pescados grasos, como arenque y caballa.
Es la única vitamina que podemos sintetizar, y podemos hacerlo tomando el sol, por ello a veces el tenerla en mayor o menor medida en nuestro organismo depende de la variación estacional. La máxima síntesis (se produce en la piel) se lleva a cabo en verano (rayos uv) y la mínima en invierno. La síntesis de esta vitamina es limitada, por ello es muy difícil que haya toxicidad.
La cantidad recomendada es 5 microgramos al día.
El transporte de esta vitamina es realizado por los quilomicrones (lipoproteínas de baja densidad que transportan triglicéridos a los tejidos) y se absorbe a la linfa. Se sintetiza en el hígado y el riñón. Tiene función en diversos tejido, concretamente en el óseo, que es donde más importancia tiene.
La forma de excreción es por la bilis.
Su función es como la de una hormona, hace multitud de funciones. Es más conocida en la parte relativa al hueso. Actúa con otras dos hormonas, que son la hormona paratiroidea (hormona que regula el metabolismo del calcio y del fósforo) y la calcitonina (hormona que regula la cantidad de calcio en sangre).
El calcio que hay en la dieta se absorbe mejor cuando hay vitamina D, por ello es fundamental la presencia de esta vitamina en el metabolismo del calcio. Su déficit produce raquitismo, que es una enfermedad que disminuye la mineralización ósea, la curvatura, provoca fracturas en niños y adolescentes. Otra enfermedad derivada del déficit es la osteomalacia, que es la desmineralización del hueso y se da en ancianos con baja exposición a la luz solar. La osteoporosis también deriva de este déficit. Cuando los estrógenos disminuyen (esto se suele dar en sexo femenino) el hueso también se debilita.
Para evitar el raquitismo, se recomiendan 50- 100 microgramos diarios.
En conclusión, la vitamina D es la única vitamina que podemos sintetizar, pero su síntesis es limitada, con lo cual es muy difícil llegar a la toxicidad. Un déficit en esta vitamina provoca numerosos problemas en el tejido óseo, que es donde principalmente actúa.