Han pasado muchos meses desde la última entrada, pero es que esta vida pide otra, y uno no encuentra ni tiempo para poder escribir unas líneas, o lo que es peor, tiempo para poder disfrutar de una buena mesa y compartirlo con todos vosotros, así que vayan mis disculpas por delante.
No obstante y a base de pequeños huecos en la agenda, he podido preparar un pequeño artículo sobre coctelería, y para celebrar tan maravilloso acontecimiento, este no podría ser otro que el más popular del mundo, y seguramente más consumido, El

Nacido a principios del S.XX, junto al Daikiri y el Mojito, forma el tridente de combinados “made in Cuba”, que más han contribuido a la popularidad de la coctelería y a pillarse un pedal finamente en todo el planeta.
En todos los casos, en los que nos ponemos a investigar un poco el origen de un coctel, nos solemos encontrar con diferentes historias, o incluso con intereses de marketing asociados a las mismas, con lo que ya no sabes si la historia es así o es un invento de algún creativo de marketing para cargar de historia y tradición a una marca de bebidas. Ya se sabe, si a una marca, producto, o establecimiento le ponemos un “desde 1892”, “since 1942”, “est 1871” pasa a ser algo con tradición, experiencia y saber hacer que nos embriaga de confianza.

Como en otras recetas, os comentamos cual es la más tradicional de las combinaciones, si bien admite múltiples variables y modificaciones, y más este debido a la sencillez del mismo.

Un famoso éxito de las Andrews Sisters fue su canción “Rum and Cocal Cola”
Ingredientes:
- 4 partes de ron blanco
- Refresco de cola
- Cubitos de hielo
- 1 rodaja de limón
Elaboración: Vertemos el ron en un vaso de trago largo lleno de cubitos de hielo y completamos con la bebida cola. Con un mezclador revolvemos un poco y añadimos la rodaja de limón.
Si tenéis a mano, añadir unas gotitas de Amargo Angostura le da un toque especial, al igual que usar lima en vez de limón.
Es un coctel para los que os gusten los combinados con sabor más alcohólico, y menos afrutado, ya que su sabor es intenso, pero en una calurosa noche de verano, nadie se acuerda de lo afrutado o alcohólico de la bebida, y entra solo ¿verdad?. No obstante para los más abstemios, siempre os quedara el Cuba Libre Virgen de Sheldon.
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