Esta vivienda unifamiliar-hotel rural situada en La Pereda, Llanes, fue galardonada en el año 2011 con El premio “Asturias” de arquitectura, en su XXI edición. La obra de los arquitectos Esther Roldán Calvo y Víctor Longo Valdés destaca por constituirse como una edificación totalmente integrada en el paisaje y respetuosa con el entorno.
Estas fueron las razones del jurado para galardonar este proyecto, que lo definen a la perfección: “Por su respeto por el entorno natural y el paisaje. Por su sensibilidad para entablar un diálogo con la naturaleza por medio de una geometría ondulante de formas orgánicas y un mínimo número de materiales, como estrategia del proyecto. Por la hábil resolución de un programa dual. Por proyectar arquitectura de calidad frente a ordenanzas rígidas, con el arma de la imaginación”.
El proyecto parte de la búsqueda por preservar la permanencia de los rasgos paisajísticos sobre una finca de 8.000 metros cuadrados situada en La Pereda, en Llanes, Asturias. Un entorno natural privilegiado. Su espacio interior se abre a los bosques que lo rodean, conectando interior y exterior.
La estructura es un sólo volumen que acoge los dos usos, está definida por una losa curva de hormigón en forma de hélice. Esta sustenta la cubierta ajardinada, que funciona como una prolongación natural del suelo.
El resultado del proyecto es una propuesta arquitectónica completamente orgánica. Una síntesis entre arquitectura y paisaje, donde contrasta la ingravidez de la cubierta y la ligereza de los cerramientos de vidrio. Su propietaria, la artísta plástica Enma Fernandez Granda, la ha concebido con tres usos: además de su vivienda y su estudio de creación artística, es un hotel con cinco habitaciones.
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