[6/10] En “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, David Trueba pone en ruta a tres individuos arrojados a la soledad y a la vida que se les presenta por delante. Antonio, profesor de inglés, conduce el coche y su objetivo es ver a John Lennon durante el rodaje de una película en Almería; en la carretera recoge a Belén, joven embarazada que huye de un mundo de apariencias donde quieren decidir por ella, y a Juanjo, un chico que se ha ido de casa porque quiere sentirse libre. Su viaje al sur será ante todo un recorrido emocional en el que, además de encontrarse a sí mismos y entender el sentido agridulce de la vida, se harán amigos para siempre. Es 1966 y aún se respiran aires de tradición y autoritarismo, mientras el turismo es la ventana de España al mundo porque hay quien se encarga de “encender cada mañana el sol”
Trueba comienza su película con trazos tópicos y situaciones estereotipadas de la España tardo-franquista, tanto en el ámbito escolar como familiar… que nos acercan a las crónicas de un pueblo o de una familia “cuéntame”. No faltan las bofetadas “educativas” ni las soluciones de emergencia para salvar el honor, como tampoco las negativas referencias religiosas y militares para un entorno castizo y casi folclórico que trata de abrirse al idioma de los Beatles. Son los momentos más trillados y sin personalidad de la cinta, que solo el trabajo interpretativo de Javier Cámara consigue dar color hasta que comienzan a tejerse las relaciones entre los centauros del desierto y a sacar lo mejor de cada uno. Entonces hay ternura, humanidad y atractivo en unos personajes a los que une un ansia de libertad… que Trueba traiciona con alguna nueva proclama más política e ideológica que humana. Buenos trabajos también de Ramón Fontseré y de los jóvenes Francesc Colomer y Natalia de Molina… que hablan también del buen trabajo de Trueba en la dirección de actores.
La película es simpática y entrañable y no hace sangre sobre situaciones de abuso o prepotencia, y la mirada positiva de Antonio se transmite al resto de personajes hasta llegar al espectador. El guión y la cámara se centra en sus sueños amenazados y no en quienes se encargan de aniquilarlos… lo que es de agradecer. Solo unas pinceladas para desprestigiar al estado clerical o al paternalismo autoritario, para denunciar el machismo y la violencia… para enseguida mirar al mar o al cielo azul y tratar de seguir creyendo que uno no está solo, que hay que pedir ayuda -help!- y salir del aislamiento-soledad, que cada cual tiene sus talentos y sus aspiraciones legítimas… Son mensajes político-sociales y personales para sacudirse el miedo y reflejar una melancolía -quizá más que nostalgia- de un tiempo en que aún se soñaba con ideales y se creía que “vivir es fácil… con los ojos cerrados” pero también que había que abrirlos para vivir mejor y no perder la dignidad.
Calificación: 6/10
En las imágenes: Fotogramas de “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, película distribuida en España por Universal Pictures International Spain © 2013 Fernando Trueba y Buenavida Producciones. Todos los derechos reservados.
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Publicado el 4 noviembre, 2013 | Categoría: 6/10, Año 2013, Comedia, Críticas, Drama, España
Etiquetas: amistad, David Trueba, Francesc Colomer, Javier Cámara, libertad, Natalia de Molina, Ramón Fontseré, Vivir es fácil con los ojos cerrados