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Vivir los recuerdos 1/3

Publicado el 10 julio 2012 por Dolega @blogdedolega
Esto es lo que te encunetras al llegar a la habitación, entre otras cosas

Esto es lo que te encuentras al llegar a la habitación entre otras cosas

Definitivamente hoy es el día. Ya lo han dicho todos los periódicos, las radios y las televisiones han dejado caer que hoy se van a dar a conocer las medidas de Mariano Rajoy para llegar al déficit impuesto por Bruselas, la Merkel ó su puñetera madre.

El caso es que a partir de hoy vamos a ser definitivamente más pobres de lo que ya éramos.

En mi caso es doblemente triste, y porqué dirán ustedes, pues porqué además de estar en verano, que se gasta más en mojitos y tintos de verano y sangrías y cómprate unos filetes de lomo alto y los hacemos a la barbacoa y mañana Dios dirá y esas cosas que nos han llevado a los españoles a estar como estamos, el día 14 de Julio el Consorte y yo hacemos años de casados y claro aparte de chupar la paleta que ha comprado por Internet, pues creo que lo mejor es que no hagamos excesos que la cosa está dura, que dirían en mi pueblo.

Pero como además de una riquísima paleta de bellota que ya casi hemos finiquitado tengo una máquina prodigiosa que ha comprado el Niño,

(Si, acordaros de la fotocopiadora-escaner-fax-elicóptero-despertador) lo que voy a hacer es rescatar aniversarios maravillosos que he vivido.

Porque el contarlo y revivirlo es un poco como volverlo a vivir, pero sin costarte un euro y oye, eso está bien.

Eran aniversarios que no los pagábamos nosotros. Era cuando trabajábamos para los asquerosos americanos que nos llevaban gratis a hoteles de cinco estrellas gran lujo alrededor del mundo para festejar el final de año fiscal que era en julio y luego nos daban gratificaciones que nos permitieron comprar la casa que tenemos y cosas así.

Pero se fueron de España hartos de tanta tontería y tanta competencia desleal.

Yo después trabajé un montón de años para unos simpáticos españoles que me pusieron de patitas en la calle y el Consorte Gracias a Dios trabaja para unos cuadriculados Alemanes que se están portando como unos señores ante esta crisis.

De esta manera voy a rescatar uno de los aniversarios más espectaculares que he vivido y también uno de los más divertidos.

Contarlo en un solo post sería completamente imposible, así que lo voy a dividir en tres partes. Ésta primera en la que describo un poco el escenario para que las dos siguientes puedan ir más sobre ruedas.

Se trata de la reunión anual de una multinacional americana y es una reunión de todos los directivos a nivel mundial. Así que hay gente de los cinco continentes y de todos los países donde la empresa tiene oficina.

Lugar: Hawaii-Maui

Hotel: Four Seasons Maui

10 días a todo lujo con excursiones, fiestas, idas a los volcanes a los cráteres a ver las ballenas y hacer submarinismo y a todo lo que merecía la pena hacer y ver en aquel paraíso. Porque aquello es un paraíso.

El hotel es un cinco estrellas gran lujo. No es un hotel ostentoso porque la cadena Four seasons se caracteriza por huir de la consabida grandilocuencia del lujo americano. Es un hotel que siendo lujoso no es ostentoso. Su secreto está en los detalles del servicio.

El primer día que bajé a la playa me chocó enormemente una cosa.

Yo me he criado al lado del mar. La arena de la playa ha sido mi jardín durante años así que cuando bajé a la playa bajo un sol abrasador y noté que la arena no estaba caliente, me mosqueé y empecé a decirle al Consorte que aquello no era normal.

-Que sí, que esto es Hawai tonta, aquí la arena no se calienta.

Cara de madre.

Dolega investiga durante media hora, hasta que se va a una esquina de la playa y descubre una llave de paso de agua. Le pregunta a un chico que está al servicio en la playa. Me lo confirma. La zona de la playa del hotel tiene una red subterránea de tuberías de agua fría para que la arena de la playa nunca llegue a una temperatura mayor de 25º.

En la playa y en la piscina permanentemente pasa un carrito con granizado de limón y toallas de cara enrrolladas y metidas al congelador, así que están heladas.

Si te metes 3000 veces al agua cuando llegas las 3000 veces a la tumbona tienes una toalla de un grosor descomunal limpia y seca puesta en la tumbona.

Los empleados están escogidos cuidadosamente. En cualquier sitio que estés, recepción, restaurantes, piscina, gimnasio, etc.

Siempre habrá para atenderte una persona de raza blanca, una persona de raza negra, una persona claramente latina, una persona autóctona y una persona oriental. Esto lo comprobé cuidadosamente durante todo el tiempo que estuve allí. Así que cualquiera que sea tu procedencia ó raza siempre tendrás a alguien a quién dirigirte con el que te sentirás identificado, independientemente de que todos hablen inglés preferentemente.

Estos y otros detalles son los que hacen a esta cadena una de las mejores del mundo. Permitidme que algunos me los reserve por ahora.

Son hoteles sin grandes aspavientos pero con un servicio que hace sentir al cliente que es una persona realmente especial. La estancia será agradable por narices, porque cualquier cosa que desees la tendrás.

Si a esto le sumas la despreocupación por el dineral diario que vale aquello, porque no lo pagas tú, imaginaros mis vacaciones…

Simplemente deciros que yo como representante española y prácticamente europea, porque solo estaba la rumana, que la pobre estaba recién salida de la dictadura y estaba como un pulpo en un garaje, era la cosa más mona, estilosa, me curré un montón todos y cada uno de los “total look”. No me faltaba un detalle. Eso para el que me conozca que me paso las tres cuartas partes de mi vida en vaqueros y camiseta, tiene un mérito que ni una carrera con matrícula de honor. Parecía un lookbook de firma. Las iba dejando a todas epatadas y al Consorte le estaba entrando un poco de vértigo.

La mujer de uno de los Vicepresidentes de USA que era de ascendencia libanesa (Siempre que veo a la Victoria Beckham me acuerdo de esta mujer, que parecía que no pestañeaba para no arrugarse) se ponía de muy mala leche cada vez que me veía salir del ascensor. Además la tonta tenía la costumbre de bajar la primera.

En definitiva aquello era la pesadilla nunca deseada de una feminista recalcitrante y el sueño dorado de cualquiera que fuera a pasárselo bien sin ningún tipo de prejuicios y a divertirse con el concepto, “Yo soy mucho más florero que tú, bonita, tengo mejor gusto porque tengo más mundo y encima te apuesto lo que quieras a que esta noche, me lo voy a pasar mejor que tú en el jacuzzi  y en la ducha de la habitación”.

Vivir los recuerdos 1/3

Y claro, yo me lo pasaba de miedo…

 


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