Si los hombres han formado una comunidad y se han reunido por las riquezas, participan de la ciudad en la misma medida en que participan de la riqueza, de modo que el argumento de los oligárquicos parecería tener fuerza (pues no es justo que participe de las cien minas el que ha aportado una igual que el que ha dado todo el resto, ni de las minas primitivas ni de sus intereses). Pero no han formado una comunidad sólo para vivir, sino para vivir bien (pues en otro caso, habría también ciudades de esclavos y de los demás animales, pero no las hay porque no participan de la felicidad ni de la vida de su elección) (Política III 9, 5).
ARGUMENTO DE EDMUND BURKE
En esta corporación todos los hombres tienen los mismos derechos; pero no a cosas iguales. El que sólo aporta cinco chelines a la entidad tiene tanto derecho a ella, en proporción, como el que aporta quinientas libras. Pero no tiene derecho al mismo dividendo del producto del capital común (Reflexiones sobre la Revolución francesa, 1790).