CineMAD…por César del Campo de Acuña.
Dirección: Martin Scorsese.
País: Estados Unidos.
Año: 1976.
Duración: 113 minutos.
Género: Drama, thriller.
Reparto: Rober De Niro, Cybill Shepherd, Jodie Foster, Albert Brooks, Harvey Keitel, Peter Boyle, Leonard Harris y Martin Scorsese.
Guión: Paul Schrader.
Música: Bernard Herrmann.
Fotografía: Michael Chapman.
Montaje: Tom Rolf y Melvin Shapiro.
Decorados: Herbert Mulligan.
Vestuario: Ruth Morley.
Estreno en EEUU: 8 de febrero de 1976.
Estreno en España: 10 de marzo de 1977.
Voces en un Espejo – Taxi Driver
En contadas ocasiones, muy de cuando en cuando, una sorprendente y refrescante conjugación de desbordante talento, zarandea con inusitada violencia los cimientos de la industria cinematográfica consiguiendo sacarla de su recurrente letargo gracias a sorprendentes e innovadoras obras en las que director, guionistas e interpretes aúnan esfuerzos para sobrecoger y despertar a critica y publico apelando a las emociones más humanas y viscerales por medio de un exiguo, aunque inmortal, estado de gracia ajeno a las imposiciones relativas a los elementos de producción y al inherente terror que la alargada sombra de la censura suele ejercer en la labor artística, visual y narrativa de todos aquellos que participan en la puesta en escena de una marea de incontrolable inspiración.
Esta extraña y poco común circunstancia fue pródiga en el cine norteamericano de la década de los 70 debido, en parte, al pesimismo que sacudía con dureza a una nación en plena crisis de valores y a un clima de tristeza y amargura que alimento a toda una joven y escéptica generación de cineastas, actores y escritores más interesados en mostrar su incipiente genio que en devolverle la vida al mancillado, roto y vapuleado “sueño americano”.
Los aires de cambio que experimentaron en primera persona durante los años 60 todos aquellos que terminaron vinculados a la industria cinematográfica en los 70 se convirtieron en un transgresor caldo de cultivo destinado a desterrar los convencionalismos hollywoodense para dar paso a una visión más fría y menos frívola de la realidad ganando en proyección visual, intensidad interpretativa y profundidad narrativa. Un soberbio ejemplo de esta consonancia entre directores, guionistas y actores lo encontramos en el clásico de 1976 Taxi Driver donde Scorsese, De Niro y Schrader elaboran una obra de arte visual impecable en la que, cada uno en su campo pero en consonancia con los demás, plasman la historia de un personaje tan inquietante como hipnótico, tan patético como temible y tan lejano como cercano.
Los orígenes de la aclamada cinta producida por Julia Phillips y Michael Phillips hay que buscarlos en la tumultuosa vida, por aquel entonces, del guionista Paul Schrader el cual tras haber sido abandonado por su mujer y perder su casa se vio abocado a un camino de soledad, alcohol, pornografía y armas. Paranoico y altamente influenciado por los diarios de Arthur Bremen, Schrader escribió dos guiones completos en 10 días manteniendo siempre junto a su maquina de escribir un revolver cargado que le sirviera como inspiración y motivación. Todos los elementos de su precaria vida personal en aquel instante terminaron reflejados en la personalidad del protagonista y en la significativa metáfora que toda la historia componía a su alrededor y aunque la redención fuera visible desde un principio el objetivo de Schrader no era otro que mostrar la alienación a la que todos aquellos que se enfrentaban a la más cruda soledad debían hacer frente. La desesperación silenciosa del guionista de Yakuza (Sydney Pollack – 1974) le sirvió para esculpir el perfecto perfil del antihéroe por antonomasia de la década “que el buen gusto olvido”, que no era otro que el veterano de la guerra de Vietnam que regresaba a casa para encontrar nada más que odio y rechazo.
Travis Bickle, nombre del protagonista, no era otra cosa que el mismo Schrader bañado bajo elementos que hoy podríamos considerar tópicos pero que por aquel entonces eran el momento y realidad de miles de personas a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Maravillado por el trabajo que Martin Scorsese hizo en Alicia ya no vive aquí (Scorsese – 1974) el guionista hizo todo lo que estuvo en su mano para que el cineasta neoyorquino se hiciera con las riendas de su nuevo proyecto. Una vez el guión llego a las manos del director de Malas Calles (Martin Scorsese – 1973) este supo desde un principio que no podía dejarlo aunque los productores, en un principio, buscaban a un realizador con más experiencia. Scorsese insistió y tras conseguir a Robert De Niro para la causa a petición de los productores se hizo con el puesto de director en el que seria su cuarto largometraje.
De Niro más allá de convertirse en una imposición se convirtió en un autentico regalo ya que el actor originario del barrio de TriBeCa abrazo con tal intensidad el papel de Bickle que convirtió al personaje en uno de los más destacados de su extensa filmografía y al que podríamos situar al mismo nivel que el joven Vito Corleone de El Padrino II (Francis Ford Coppola – 1974) o Max Cady de El Cabo del Miedo (Martin Scorsese – 1991).
Taxi Driver nos narra la sofocante y angustiosa historia de Travis Bickle, un veterano de la Guerra de Vietnam que acepta un empleo como taxista nocturno debido a su insomnio. Desde el volante Travis observa la degradación moral ante la que parece haber sucumbido toda la ciudad mientras que centelleantes y sugerentes luminosos le invitan a unirse a todos aquellos que en sus propios pensamientos para su diario personal son definidos como basura. Sin rumbo fijo, Travis engullido por sus obsesiones y consumido por el rechazo se convierte en una bomba de relojería preparada para explotar.
De Niro hizo suyo a Bickle desempeñando en todas y cada una de sus escenas un sobresaliente trabajo interpretativo. Pero pasar de puntillas por la soberbia labor realizada por Scorsese y seria injusto. Los tres artistas comprendieron a la perfección el dolor y el desasosiego que el personaje experimentaba y cada uno en su respectivo campo dio lo mejor de si mismo para convertir al protagonista en una figura sobrecogedora y aterradora pero digna de lastima con el que todos los espectadores podrían identificarse ya que todos somos o hemos sido más o menos veces Travis Bickle.
Obviamente no podemos pasar por alto la sensacional labor realizada por el resto del reparto que consigue dar una más que acertada replica a un inconmensurable De Niro. Especialmente brillante y exigente es el trabajo que tuvo que hacer la joven Jodie Foster al dar vida a la prostituta de 13 años Iris. La actriz se enfrento a un papel pequeño pero extremadamente complejo ya que dejando a un lado la condición del personaje tenia que convertirse en un elemento inocente dentro de un mundo realmente sórdido. Foster gracias al tiempo que pasó preparando el papel es capaz de sostener con firmeza y buen pulso la gigantesca capacidad de improvisación de la que De Niro hace gala en este film.
Dejando a un lado su explosiva violencia, Taxi Driver es una película incomoda y lo es por los mejores motivos. La sorprendente vigencia que la cinta muestra a pesar de los años demuestra que, su propuesta argumental es tan valida hoy día como cuando fue estrenada y tan personal que el espectador siempre encontrara rasgos de si mismo en Travis Bickle aunque no quiera aceptarlos. El estudio sobre la soledad y la degradación mental a la que esta puede conducir que Schrader, De Niro y Scorsese llevaron a la mano en inusitada consonancia es tan perturbador y acertado como magnético e incomodo.
Taxi Driver es sin lugar a dudas una de las mejores películas jamás producidas. Su profundidad argumental, desarrollo narrativo y nivel interpretativo son un regalo para todos aquellos que aman el buen cine. Un sorprendente viaje a la imagen que les devuelve el espejo.
“Mi vida se basa en la convicción de que la soledad no es algo extraño ni fuera de lo común, sino la inevitable realidad de la existencia humana”
Thomas Wolfe
Curiosidades:
- La famosa escena en la que Travis esta hablando al espejo fue totalmente improvisada por De Niro. En el guión original tan solo aparecía “Travis se mira en el espejo”.
- Para preparar mejor su papel como Travis Bickle, Robert De Niro estuvo trabajando 12 horas al día como taxista durante un mes. Desarrolló dicha labor en la ciudad de Nueva York durante un descanso en el rodaje de Novecento (Bernardo Bertolucci – 1976).
- En un principio se ofreció a Harvey Keitel el papel de Tom (interpretado finalmente por Albert Brooks) pero el actor prefirió dar vida a Sport el proxeneta a pesar de que en el guión se especificaba que era negro y tan solo tenia cinco frases. Keitel ensayo junto a proxenetas reales para dar más realismo a su personaje.
- La primera mujer que rechaza a Travis (la dependienta del ambigú del cine porno) era la novia real por aquel entonces de Rober De Niro.
- Taxi Driver causo una influencia nociva en John Hinckley, Jr. el cual tras ver la película a finales de los 70 más de 15 veces se sintió totalmente identificado con el personaje de Travis Bickle a la par que generaba una insana obsesión por Jodie Foster. Tras años de acoso Hinckley para impresionar y ponerse al mismo nivel de celebridad que Foster atento contra Ronald Reagan el 30 de marzo de 1981. Reagan sobrevivió al intento de asesinato mientras que Hinckley fue declarado no culpable por motivos de demencia y fue confinado en una institución mental.
- En la escena de la cafetería, Bickle (De Niro) pide una porción de tarta de manzana con queso fundido que es exactamente lo que pidió el asesino en serie Ed Gein a la policía por una confesión completa cuando fue detenido.
- Melanie Griffith fue la primera opción para interpretar el papel de Iris pero su madre, Tippi Hedren, la obligo a que rechazara el papel.
- Otras actrices que hicieron la audición para el papel de de Iris fueron: Ellen Barkin, Kim Basinger, Geena Davis, Michelle Pfeiffer, Brooke Shields y Debra Winger.
- En un principio Brian de Palma seria el encargado de dirigir Taxi Driver, pero tras un pase privado de Malas Calles (Martin Scorsese – 1973) los productores le dijeron a Scorsese que podría hacerse cargo de la película si conseguía que Rober De Niro interpretara al protagonista de la historia.
- La banda sonora de la película fue la última que compuso Bernard Herrmann, de hecho murió en la Nochebuena de 1975 pocas horas después de terminar las sesiones de grabación para el film. La cinta esta dedicada a su memoria.
Premios:
- 1977 – 49. ª Edición de los Premios de la Academia: 4 nominaciones a los premios Oscar (Mejor Director, Mejor Actor principal, Mejor Actriz de Reparto, Mejor Banda Sonora).
- 1977 – 34. ª Edición de los Globos de Oro: 2 nominaciones a los Globos de Oro (Mejor Actor Dramático y Mejor Guión).
- 1977 – Premios BAFTA: 3 galardones ala Mejor Actriz Secundaria, Mejor Actriz Revelación y Mejor Banda Sonora.
- 1976 – 29. ª Edición del Festival de Cannes: Palma de Oro ala Mejor Película.
- 1976 – Premios del Círculo de Críticos de Nueva York: Premio al Mejor Actor.