Para disfrutar de una vista de conjunto de Toledo, al caer de la tarde, bajaba yo por el Arrabal, trasponía la puerta del Cambrón y atravesaba el Tajo por el puente de San Martín. A mi derecha está la Vega. Asombra el orgullo con que esta tierra indigente o negligente sostiene su pobre sembradura. Estamos en el país donde la palabra "arrogante" viene siempre a la boca como un cumplimiento. (...) Todo se ahoga en la luz. El paisaje despliega, en lontananza, un color fiero: una niebla verdosa sobre un suelo rojizo. Y encontramos la razón de la pintura española. Esta tierra, despojada, sorprende igual que un Velázquez o que un Greco: el mismo color y la misma soberbia. Todo manifiesta una voluntad implacable de constituir belleza.Maurice Barrès. El Greco o el secreto de Toledo (1913)