Con infancia argentina, se iniciaron futbolísticamente aquí, pero por esas cosas que tiene este deporte, emigraron muy rápido para Europa, con el deseo de dar el salto que en Argentina se les veía imposibilitado. Y vaya si lo hicieron, lograron el máximo sueño de todo jugador: ser Campeón del Mundo.
Mauro Camoranesi debutó en Aldosivil de Mar del Plata y luego pasó por seis clubes hasta llegar a Juventus, donde estuvo 9 años y ganó cuatro títulos. Su rendimiento en la Vecchia Signora le brindó la posibilidad de jugar en la Selección italiana y llegar al momento más glorioso de su vida, cuando en 2006 se consagró Campeón del Mundo en Alemania.
Ignorado por el seleccionado nacional en ese momento, y gracias a tener la ciudadanía italiana, pudo ser citado por Giovani Trapattoni en febrero de 2003. A partir de allí, el tandilense construyó una historia alejada de sus orígenes en Argentina.
Quizás como una forma de redimirse consigo mismo, retornó al país para jugar en Lanús los últimos años de su carrera.
Caso similar es el de David Trezeguet. Con sólo 7 partidos en la Primera División del Fútbol Argentino, el delantero en ese entonces de Platense, partió a Francia a los 17 años para sumarse a las filas del Monaco.
Allí, formaría una temible dupla con Thierry Henry, lo que le permitiría llegar a la Juventus y, posteriormente, a la selección gala. Donde jugó 71 partidos, marcó 34 goles, fue campeón del mundo y obtuvo una Eurocopa.
Una carrera brillante que actualmente busca coronarse de la mejor manera. “Probablemente decidiré concluir mi trayectoria en Argentina, el país donde crecí, jugué de joven en Platense y después vine a Europa, pero siempre seguí siendo hincha de River y jugar con sus colores me fascinaría“, declaraba Trezeguet allá por 2005.
Su sueño está cada vez más cerca de concretarse. Un refuerzo que enriquecerá el plantel de Almeyda y también le otorgará un nivel superior a nuestro fútbol. Seguramente, cuando emitió esas palabras, no se imaginaba que su vuelta iba a ser al Nacional B, pero como aseguró ni bien llegado a la Argentina, la experiencia será similar a lo acontecido con Juventus, quien también jugó la segunda divisional.
El fútbol argentino se da el lujo de poseer a dos campeones del mundo. Argentinos de corazón, pero que lamentablemente, obtuvieron el título con diferentes camisetas.