A TORNA DOS PASAS 2000
¿En el año 2000 se hacían estos tintos en Ribeiro? Fue mi pregunta. Incrédulo al ver la etiqueta de la joya que teníamos delante. Antes, con los ojos cerrados y los sentidos despiertos, habíamos paseado muy cerquita de la “Borgoña”, o de “la Loire” porque no nos podíamos ir de Francia pensando en ese signo de interrogación que llenaba nuestras copas (esto se debió en gran parte a nuestra inculta nariz, aún virgen de los grandes caldos de las tierras galas).Hace 13 años Luis Anxo Rodríguez Vázquezcosechó, vinificó y embotelló este tinto increíble compuesto por uvas Brancellao, Caiño y Ferrón. Y vuelvo a preguntar porque no me lo creo… ¿en el año 2000 se hacían estos tintos en Ribeiro? La noche antes que visitemos A Curva por 4º vez, Luis Anxo pasó por allí y obsequió a Miguel 2 botellas de esta reliquia…para compartir, para guardar aún más tiempo, o para que haga lo que él quiera. Fue un cariño que Luis Anxo hizo a Miguel. Nosotros, podemos decirlo, bebimos parte de ese cariño y de esa historia. Un tinto del Ribeiro glorioso! Para que luego diga la gente que allí solo se hacen buenos blancos!
Y como dijimos, a la hora de los postres… aparecieron dos copas. En una de ellas encontramos un líquido amarillo dorado, glicérico con notas a peras en almíbar, duraznos blancos, maracuyá, miel… En boca era UNTUOSO, dulce, fresco y rico, rico, rico.
Resultó ser un vino de Málaga elaborado por Telmo Rodríguez con uvas Moscatel MR MOUNTAIN WINE 2009. Qué cosa rica, por favor!
En la otra, con desparpajo, saltaban las notas a gasolina o petróleo (hidrocarburos, de libro sería), algunas flores y cítricos también. En boca era pura frescura, marcada acidez con equilibrada dulzura… diferente, raro, poco común a mi paladar, glorioso!
Se trataba de un verdadero Riesling Alemán clasificado como Spätlese de nombre impronunciable e imposible de traducir. Lo único que recuerdo es que estaba buenísimo y que su precio era 81 euros. No sé si es barato o es caro, para este tipo de vino… pero insisto que me encantó!Y así se fue la cuarta noche en ese templo del vino de Portonovo. Recopilando información, leyendo las servilletas escritas noche tras noche, mirando fotos y exprimiendo los recuerdos, caímos en la cuenta de que en ese lugar bebimos gran parte de los mejores vinos de toda nuestra vida. ¿Qué es lo que nos ilusiona luego de semejante descubrimiento? Que aún quedan muchos grandes vinos por descubrir y que A Curva estará abierta el próximo año….
Esta frase rezaba en la pizarra de A Curva la noche de la despedida
Gracias por leernos amigos,
Salute, Rumbovino.