Votar a Podemos
Revista Cultura y Ocio
En las próximas generales votaré a Podemos y en las municipales de
Barcelona votaré a Guanyem Barcelona,
de Ada Colau. Efectivamente. Los partidos de la Ira. Podemos, a pesar de Pablo Iglesias y su ego de portaviones y a
pesar de ser alguien que se gustan tanto a sí mismo. Las personas que se gustan
mucho a sí mismas me dan miedo. A pesar. Votaré a Podemos por lo que llamo “el
efecto lejía”. Dicen que lo mata todo, que es el mejor desinfectante. Y para que controlen las cuentas. Al que nada
le sirven seguro que quiere revisar la cuenta antes de salir del restaurante.
Reiré cuando la casta —pequeña élite
extractiva de políticos, empresarios, amigotes, altos funcionarios, los voceros
de todos ellos y, por encima, grandes empresas— vea perder algunas casillas de
su red de poder, dineros y favores. ¿El miedo les hará rectificar? Lo dudo.
Y votaré a Podemos tras ver este vídeo que aquí cuelgo. Sigo la política
internacional como afición, como el que colecciona tazas de café, el que hace
macramé o el que se interesa por los muebles antiguos. Así, Pablo Iglesisas
realizó una intervención el Parlamento Europeo (el parlamento de los lobbies,
nosotros lo hemos permitido) sobre la intervención de la UE en Libia diciendo
la verdad. Caramba, hacía siglos que no veía a un político diciendo la verdad.
Me dio la risa al ver el vídeo. Reí a mandíbula batiente. Si os interesa saber
qué pasó y por qué se realizó la intervención militar en Libia, escuchad, por
favor. ¿Por qué la verdad me provocó un ataque de risa? Hasta mi esposa se
asustó un poco y los gatos se erizaron para luego, seguir durmiendo. ¿Llegará
un día en que oír la verdad no me provoque una ataque de risa? Ojalá.
De momento, de lejos, se oye el rumor del
mar. Veremos con que fuerza llega el tsunami.