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Voto de pobreza: Una hipocresía más

Por Jocoma

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Voto de pobreza: Una hipocresía más
La cuestión de los votos religiosos lo tocamos hace poco más de un año. Ya “votamos” entonces por la desobediencia, por la antirepresión sexual, por el anticonsumismo… y añadimos uno nuevo: el del altruismo y la solidaridad. El anticonsumismo nacía en coherencia con el voto de pobreza, sobre la que decíamos, ya veníamos practicando desde muchos años atrás.
Pues centrándonos en este voto, el de la pobreza, vemos que eso sólo va dirigido hacia abajo, hacia los sacerdotes y quizás hacia algún incauto feligrés. Porque lo que es hacia arriba… Para los que están en escalones superiores, eso no existe. El boato y la opulencia están siempre de manifiesto.
Voto de pobreza: Una hipocresía másBien es cierto que en la inmensa mayoría de las ocasiones, siguiendo aquella máxima de “A dios rogando y con el mazo dando”, los de arriba recogen el dinero (o los bienes) y los sitúan en determinados estratos que son fuente de poder e influencia para la Iglesia y las personas que están al mando de ella. Pero nada ni nadie puede evitar que “quien parte y reparte se quede con la mayor parte”.
Lo que todos sabemos es que hay por ahí bastante gente con ansia de riqueza, comodidad y poder. Lo vemos por todas partes: en clases en las que tendría sentido encontrarlas y en otras en que no debería haberlo. Puestos a ser “comprensivos”, sería normal que estas peculiaridades estuvieran en el mundo civil, pero en el religioso…
Voto de pobreza: Una hipocresía másHablando claro: ¿Con qué autoridad puede dirigirse una religión a sus creyentes dictándoles una cosa y haciendo ellos otra? ¿Qué clase de religión es aquella que tiene un superbanco especulador en su estado Vaticano y otros en distintos países del mundo? Y encima, ¿que clase de hipocresía lleva a la religión Católica a las malas artes financieras?
Es posible que alguien nos diga: “Normal, en este mundo el dinero es necesario”. Pero yo les contestaría: Echa un vistazo a las otras religiones: judíos, hindúes, budistas, incluso musulmanes… ¿tienen un tinglado montado como el del Vaticano? “Es que esa es nuestra cultura” –puede que digan algunos. Pues vaya cultura la nuestra. Una cosa es administrar bienes y otra muy distinta hacer todo lo que hacen.
Voto de pobreza: Una hipocresía más Luego, sólo citar a los civiles que se arriman a la “buena sombra”… Es todo una merienda de negros. Una orgía de dinero y poder en la que hay para todos. Las empresas grandes, los ricos, los políticos… un chorro de dinero de ida y vuelta, canalizado a través de enormes mangueras, y que acaba estallando y esparciéndose en mil gotas que, cual lluvia, acabará mojando a los elegidos, siendo luego recogida por caudalosos ríos que devolverán el agua al mar. Y en último término siendo nosotros los ciudadanos los que acabamos financiándolo todo con lo que les compramos que podría ser mucho más barato, y nuestros impuestos.
Voto de pobreza: Una hipocresía másTodo vale. No hay moral, ni ética, ni compasión… Es el mundo del pragmatismo, del conservadurismo, de la doble moral, de una religión que ha superado con creces todas las líneas rojas que otras no han traspasado (en lo financiero, en la pobreza), es el mundo hipócrita de la religión Católica.
Y luego, encima, cuando apuestan fuerte y pierden, ponen en marcha la “huída hacia delante y el sálvese quien pueda”, roban todo lo que se puede robar (esquilmado de caja) y dejan que los políticos, con el dinero público, procedan al saneado de esos Bancos para luego regalarlos a sus amiguetes, aumentando la deuda pública que nos hipoteca para años y pasando a recortar servicios sociales porque la deuda se lo come todo.
No es que tenga la culpa de todo la Iglesia Católica, no, La Iglesia sólo es una parte del gran tinglado que a nuestro entender no debería hacer esas cosas.
Voto de pobreza: Una hipocresía más
Que nadie nos diga que eso va a parar a Caritas, que no es cierto, no hay que ser demagogo. Pon un poco de imaginación y verás dónde va a parar todo ese inmenso caudal de dinero. Y no sólo el que obtienen opacamente, sino también el que les llega desde el Tesoro público como en el caso del Estado español. Inmoral. Su dios les castigará.
A ver si el Papa Francisco reconduce todo este maremágnum al que nos ha llevado “nuestra cultura” en cientos de años, y pone orden donde tendría que haberlo.
Voto de pobreza: Una hipocresía más
Caña a los ciudadanos que deberían exigir transparencia.
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Joan-Llorenç [email protected]

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