Te he tenido, te he respirado y ahora estas lejos, vuelvo a caer en las sombras del camino, siento los puntos de mi corazón recosido sangrar, alzo la mirada y si no te veo, no veo nada, intento respirar pero mis pulmones no cogen aire, no puedo estar así, no tengo vida ni aire, estoy sola en manos de mi pena.
Ven cógeme de la mano y hazme volar, llévame tan alto como puedas, ayúdame a respirar con tu aliento, llena mi mirada con tu presencia, no dejes que conozca mi oscuridad, no me dejes en las cenizas de mi ser, no me dejes sin vida ni aire que respirar, no me dejes en manos de mi pena.
No corre ni el aire, mis jirones blancos cubren mi marchito cuerpo, solo tiene vida si estás conmigo, mi guardián y mi dueño, mi alimento y mi aliento, de rodillas aguardo abrazándome con la cabeza recostada sobre mis manos, meciéndome en mi soledad, en silencio, tanto que creo ensordecer, ciega, muda y sangrando, completamente sola en un valle de sombras, dónde estás… sácame de aquí…
Apaciguo tu ausencia pensando cómo será tu regreso, apaciguo mi lamento cantando recuerdos de tus abrazos, consuelo a mi piel recordándole tus caricias, pero no puedo conformar a mi corazón…
¿Volverás?...quítame esta amargura con tu regreso…