Existen en el mundo restaurantes y… lugares de comida rápida. En medio, podrá haber otras categorías tipo fast casual, etc. Pero fundamentalmente el mundo de la restauración se divide en restaurantes con un nivel de cocina, emplatado y sabor que requieren tiempos de preparación extendidos, y lugares de comida rápida. Conclusión: Si la comida no es nivel gourmet, por lo menos que te la sirvan rápido.
Dado que no requiere mayor elaboración, el servicio en esos lugares debe fluir ágilmente. Mal está un lugar que con un menú limitado de hamburguesas tarda cerca de una hora! en entregarte la tuya. Y más mal que ese lugar –We Love Burgers– tenga meseras que sean incapaces de reconocer la absurda tardanza y quieran verte la cara de idiota suponiendo que nunca has preparado una hamburguesa a la plancha. La tipa quiso justificar el retraso diciéndonos que sus hamburguesas son gruesas y por eso se tardan…
Dada nuestra molestia, decidimos cancelar la orden, la mesera trató de recuperar el
pedido y acordamos que si las hamburguesas llegasen a nuestra mesa antes de que pasaran otros 20 minutos, podríamos esperar, pero ella tardó como 15 -cuando ya dábamos por sentado que sí nos llegarían dentro del segundo plazo de tiempo- en decirnos que no se iba a poder…!Pagamos sólo las bebidas: Un jugo de naranja chico (con mucho hielo para disimular el
sabor de las naranjas pasadas!) a $40 pesos, una malteada tibia! de fresa (el color lo sugería, el sabor era tenue, tenue… como si hubieran usado una sola fresa para elaborarla), a un precio de $95 pesos! O sea: caro y malo.Para colmo, el lugar se encuentra en la llamada Plaza Madrid, de la Ciudad de México, donde se dan cita cientos de turistas para abordar los camiones de tours por la ciudad y hacen espera exactamente frente a We Love Burgers, con lo que aquello se convierte en una mala romería de olores, humores y actitudes enervantes.
Calificación de Police Gourmet (sólo de bebidas y de servicio) del 1 al 10: 1
NOTA.- Mi hija y yo tenemos criterios diferentes respecto a muchas cosas, de modo que no asumo responsabilidad alguna respecto a lo que ella escriba.
COMENTARIOS DE MI HIJA, LA MENOR (es adolescente):
Montones de turistas esperando subirse a uno de los típicos Turibuses de México -que tan mala imitación de los famosos de Londres son- se hallaban justo frente a este
restaurante. Espero que no muchos de ellos hayan tenido hambre y hayan pensado comer ahí mientras esperaban el autobús, porque se habrían quedado sin comer. El mismo Turibus tuvo tiempo de ir, dar su recorrido dos veces a un montón de turistas y regresar -que mucho tiempo fue-, pero un pedido de cuatro simples órdenes, no pudo salir de cocina y llegar a nuestra mesa, no sin antes haber esperado ya 12 minutos para que alguien atendiera, y otros 18 para que nos llevaran una malteada, un jugo carísimo, y una lata de Coca Cola de 235 ml que costó $28 pesos! Y no tengo mucho más que decir pues cancelamos la orden porque todavía después de 40 minutos de espera, nos dijeron que tendríamos que esperar otros 20 para que saliera nuestro pedido… No wonder why! Mi cabeza dio un giro hacia la cocina abierta, que se veía desde donde estábamos sentados, y la sorpresa que me llevé: Dos hipsters (más preocupados en la mañana por su peinado de coletita tan común entre ellos, que en atender rápido a la hora de la comida) -los cuales eran los chefs- frente a la parrilla, PLATICANDO, RIÉNDOSE Y JUGANDO!!…No les recomiendo el lugar, pero, si quieren ir, mejor hagan planes desde 2 días antes, y el mero día llévense algún libro de Robert Ludlum, su iPhone ya con la película que quieran ver o su iPod con tres listas largas de reproducción… pues un mal rato, sí que va a tardar…
Calificación sólo de bebidas y atención (del 1 al -10): -3