Si hace algunos años alguien me hubiera preguntado por la música de Christina Rosenvinge, seguramente habría mirado hacia otro lado y me habría hecho el despistado hasta que mi interlocutor cambiara de tema. Nunca me había sentido atraído por las canciones de la madrileña, y mucho menos por la aspereza y oscuridad que muchas de ellas desprendían, pero, amigos, algo cambió cuando en el 2008 me animé a escuchar Tu labio superior, un disco que, lejos de aburrirme como algunos de sus anteriores trabajos, hizo que empezara a interesarme por su trabajo. Estas semanas, con La Joven Dolores recién estrenada y la vista puesta en el concierto que Christina dará en las Bodegas Viña Ijalba dentro del ciclo Catarsis en el próximo mes de marzo, he estado dándole vueltas a su nuevo disco y he de reconocer que no es que me esté disgustando ni mucho menos, confieso que lo estoy disfrutando, y mucho además. Pienso que a esta española con sangre danesa le sienta estupendamente ese vestido pop que le ha dado por lucir últimamente, y buena prueba de ello es la fantástica Weekend, la canción que quiero compartir con vosotros en esta mañana de jueves. Toda vuestra...
"El abismo es un lujo que no me puedo permitir"