Weezer siguen empeñados en sacar discos como churros, a pesar de que saben de sobra que hace años que se les paso el arroz. Lo único que van a conseguir con esto, es que la gente se olvide del poco prestigio que consiguieron con sus tres primeras entregas, y solo se acuerde de los tropecientos discos más que irregulares que han sacado estos últimos diez años.
Por supuesto, en este Hurley no les ha vuelto la inspiración divina, así que nos volvemos a encontrar con otro álbum de cinco raspado, en el que nos dejan tres o cuatro temas buenos (Memories, Smart Girls o Trainwrecks), y diez perfectamente olvidables. Eso si, es un poco mejor que el Red Album y el Ratitude, algo que no era difícil, la verdad.
Para colmo, en esta edición Deluxe, nos dejan una horrorosa e innecesaria versión en directo del Viva La Vida de Coldplay, donde simplemente se dedican a calcar la original, pero sin ningún tipo de gracia. Por no hablar de la horrorosa portada con el actor de Lost, serie que odio profundamente.
En serio, alguien debería hablar con Rivers Cuomo, y convencerlo de que la separación no es el fin del mundo.