¿Cómo empezar un post dedicado al género del Western? Pues en principio declarando enérgicamente que dicho género sigue vivo (desgraciadamente no coleando), aunque a muchos les pese y se empeñen en enterrarlo. Pero hablando con abatimiento, sinceridad y conocimiento de causa, me duele en el alma reconocerlo por el cariño que tengo a las pelis de “vaqueros”, pero tengo que admitir que el cine del “Oeste” está pasando por un indiscutible mal momento(¿solo este género o todo el cine en general?). Lo digo por si alguien no se había percatado. Son poquísimas las productoras y en consecuencia los cineastas que apuesten por nuestro viejo amigo el “Western”. En esta época de remakes profanos e innecesarios, que nos ha tocado vivir, donde la imaginación y la originalidad de la factoría Hollywood brillan por su ausencia, está visto que los “señores del dinero” prefieren ahorrar esfuerzos y neuronas produciendo adaptaciones de comics y Best-Sellers (cosa de la que no estoy nada en contra si se hace con respeto) de éxito que invertir tiempo y dinero en un caballo perdedor y agonizante como es el cine del “Oeste”. Que por otra parte es muy comprensible, porque visto lo visto ¿para qué cambiar una fórmula tan rentable? Pues “remakear” films que en otros tiempos ya triunfaron, o escribir guiones basados en una obra literaria o en un comic, resulta mucho más sencillo y fructífero que estrujarse los sesos para crear historias originales e interesantes. Además ¿a quién le puede interesar una película de unos tíos con sombrero y camperas horteras que beben más whiskey que Robert Downey Jr. en noche vieja? Y encima no salen en las pelis ni Robert Pattison ni Taylor Lautner (qué lástima). Utilizando este modus operandi de remakear o adaptar comics y libros, las productoras se aseguran los resultados necesarios de taquilla sin arriesgar demasiado. Porque evidentemente las productoras son más que conscientes de la incondicional fidelidad de los fans y seguidores (que no son pocos y entre ellos se encuentra un servidor) de ambas expresiones artísticas. Los cuales acudirán en masa a las salas de cine como una legión de zombis en una película de George A. Romero, hipnotizados por el olor de “cerebrosss vivossss” o en este caso “superhéroesssss o remakessss vivooooos”.
Perdón, siempre me voy por los “cerros de Úbeda”, me dejo llevar por la pasión y me olvido de lo que estaba hablando. Ah! sí, del WESTERN. Desde que tengo uso de razón he sido un ferviente seguidor del cine del “Oeste” (supongo que por herencia paterna) y como muchos habréis observado desde hace bastante tiempo, son muy pocas las películas de “vaqueros” que llegan a nuestras pantallas. Ya sea en el cine o en la televisión. Pero hubo un tiempo no muy lejano en que los canales televisivos emitían cine clásico (Belén Esteban aun no acaparaba la audiencia con su aplastante inteligencia) , y las salas de cine se llenaban para ver a John Wayne, Kirk Douglas o Gary Cooper repartiendo “plomo” a diestro y siniestro. Una época en que las sobremesas de un domingo cualquiera se transformaban en mágicas tardes de aventura, con duelos al sol, emplumados indios desenterrando el hacha de guerra y multitudinarias peleas de borrachos en un viejo “Saloon” bajo el son de una pianola y del “Can Can”. Recuerdo con añoranza esas tardes en las que estaba esperando con ansia el olor del café que preparaba mi madre, ya que esa era la señal que daba el disparo de salida para levantarme de un salto de la mesa correr hacia mi habitación y sentarme hechizado frente al televisor. Dejando volar mi imaginación y sumergirme en un mundo apasionante, donde llevar en el cinturón un “Colt Bisley” era tan necesario como el aire que respirar. Un mundo donde las afrentas al honor se arreglaban con un duelo cargado de desafiantes miradas, frases lapidarias, y acto seguido un rápido disparo de un humeante revolver ( tranquilos, que es solo cine. En la vida real las afrentas se arreglan echando a correr. Jejejeje). Después de todo este rollo que os he soltado al fin desvelaré cual es la finalidad de este post. La cual no es otra que recomendar diez de los mejores westerns de la historia del cine (bajo mi humilde punto de vista claro). La verdad es que me he tragado al menos tres pelis del “Oeste” cada día, durante las dos últimas semanas (evidentemente he visto muchas más durante toda mi vida claro está, pero estos días he estado revisando las que creo mejores). Que no es poco. Y creedme si os digo que me ha sido muy difícil elegir tan solo una decena, pues es infinitamente larga la lista de “joyas” que nos ha regalado este género. Pero al fin me decidí y sin más dilación aquí os traigo la lista de diez de los mejores “ Westerns “ de la historia. Los cuales son de imprescindible y obligado visionado para cualquier cinéfilo que quiera saborear CINE en su estado más puro. Grandes films de aventuras (porque al fin y al cabo eso son) con entretenidas historias repletas de emoción. Ambientadas en una época y un mundo donde solo sobrevivían los más fuertes, y la ley y la justicia se regían por la rapidez de un desenfunde. Nobleza, amistad, valor, acción, principios y personajes de leyenda. Todo eso y muchísimo más está plasmado en el género cinematográfico más carismático de la historia del celuloide, el “WESTERN”.
La primera obra de la quiero hablar es de “Los Profesionales” (1966) basada en el libro de Frank O’Rourke, “A mule for the marquesa”. Dirigida por Richard Brooks y protagonizada por Lee Marvin, Burt Lancasater, Robert Ryan, Woody Strode, Ralph Bellamy, Jack Palance y Claudia Cardinale. Esta película a la que tengo un cariño especial y es mi western preferido (gracias a mi padre que es un verdadero maestro del western) contiene todos los atributos típicos del viejo cine del Oeste: violencia, amistad, lealtad, integridad, honor, amor. Hombres de acción rudos y de escuetas palabras. Curtidos en la guerra con un pasado más que oscuro y que desenfundan un arma con la misma facilidad que muestran para beberse una botella de “Bourbon”. Todos estos ingredientes acompañados de unas actuaciones sobrias y memorables. El sensacional guión, escrito por el mismo director, engalanado con la banda sonora tan embriagadora como magistral de Maurice Jarre. La cual acompaña en perfecta armonía a la fotografía tan moderada como lujosa y estupenda del gran Conrad Hall, hacen de esta película una genial obra maestra del CINE que es de obligado visionado para aquel que quiera deleitarse y disfrutar de grandes aventuras sin ostentosas pretensiones y entender lo que es realmente un Western. De este film quisiera destacar a modo personal los impresionantes diálogos repletos de ironía y sobretodo de esas frases ”chulescas” tan necesarias y divertidas que son uno de las rasgos más característicos del cine del “Oeste”. Puede que en la historia de “Los Profesionales” observéis ciertas similitudes con el film “Los 7 magníficos” (1960) que fué una libre adaptación de aquella maravilla llamada “Los 7 Samuráis” (1954) del grandísimo realizador oriental Akira Kurosawa.
Pero en mi opinión “Los Profesionales” es infinitamente superior a “Los 7 magníficos”, que es más presuntuosa, lineal y predecible. El argumento de “Los Profesionales” no es su punto fuerte, pues seguro recordareis multitud de films en los que podremos encontrar una historia parecida, en la que un reducido grupo de mercenarios, cada uno de ellos especialistas en alguna materia (ya sea cuchillos, explosivos, vehículos, etc ), es contratado para afrontar una misión suicida en la que se enfrentarán a múltiples peligros de los que saldrán milagrosamente airosos. La gran virtud de este film radica en su honestidad y sencillez. Y es verdaderamente meritorio que el film consiga regalarnos tantísimo espectáculo sin aturdirnos con cargantes artificios o intente apabullarnos con innecesarios embrollos argumentales. Muchas veces no hace falta complicarse demasiado la vida para conseguir buenos resultados (los Ramones lograban discos impresionantes con solo tres acordes) . En resumen, una obra de puro entretenimiento y que solo pretende divertir. Sin un solo segundo de desperdicio con la que nos lo pasaremos pipa y sin gastar demasiadas neuronas (neuronas que podemos reservar para inventar excusas para no ir a ver “Spanish Movie”, “Luna Nueva”, “Los Fantasma de mis Ex-novias” o otras lindezas).
Fragmento de “Los Profesionales”
Bueno, si la temática del post es el western sería imperdonable e injusto por mi parte no mencionar alguna obra del genial director John Ford. El indiscutible maestro del género. Y de veras os digo que me ha resultado complicadísimo elegir sólo una obra de este gran realizador, pues para mi gusto todos los films del “Oeste” que hizo este hombre son magníficos a falta de una palabra mejor. Finalmente me he decantado por “La Diligencia” (1939) una de las mejores películas de la historia del cine y que hará las delicias de aquellos cinéfagos que amen el séptimo arte, y en especial los “Westerns” norteamericanos en su esencia más pura. Una gran historia con los clichés más representativos del viejo cine de vaqueros y con el actor fetiche por excelencia de este género. Dando vida con maestría al arquetipo del anti-héroe de triste mirada y escueto diálogo, con un turbio y dramático pasado pero con férreos principios. El Duque (¡Ojo! que no se emocionen las fans de una serie horripilante de Tele 5 a la que no quiero ni nombrar), popularmente conocido como John Wayne. Este gran intérprete fue el actor más prolífico del género y aún en nuestros días su imagen sigue siendo el icono más reconocible del cine del “Oeste” (con permiso del señor Clint Eastwood) . La Diligencia es un emocionante drama de acción con ligeros toques de humor (sí, he dicho humor) romance y un claro mensaje social. Excepcional en todas sus facetas, tanto en el apartado artístico como en el apartado técnico. Una obra vital y muy recomendable.
Fragmento de “La Diligencia”
Si difícil ha sido elegir solo una obra de John Ford, mucho más complicado si cabe es decidirse por tan solo una obra de mi admirado Sergio Leone. El film del que me dispongo a hablar es “Hasta que llegó su hora” (1968). Una obra maestra dirigida y escrita por el mismo Leone, con la nada despreciable ayuda de dos maestros del cine italiano de todos los tiempos, Bernardo Bertolucci y Darío Argento. Ambos realizadores inéditos dentro de este género. Este film está repleto de esos clichés tan típicos del “spaghetti western”, así como desafiantes primeros planos de los rostros, polvorientos y áridos paisajes tan estereotipados (a menudo rodados en Almería) y la imagen un tanto caricaturesca y desaliñada de los personajes tópicos, pero indispensables en este género. Esta película es muy atrayente en el apartado visual, llegando a ser incluso un poco cargante, pero en su justa medida (es una de las características más recurrentes en la filmografía de Leone). El reparto de actores es de lo más seductor, protagonizada por la siempre carismática y bellísima Claudia Cardinale, un comedido pero eficaz Charles Bronson (actor bastante desperdiciado e infravalorado) , y una actuación más que correcta de Jason Robards. Pero sin duda alguna la interpretación más agradable, sorprendente y destacable, es la que realiza el actor Henry Fonda. El cual borda su papel de despiadado asesino. Un registro poco usual en la filmografía de Fonda tan acostumbrado a papeles de “bueno”, por su físico un tanto enclenque y su cara de blandengue bonachón. Hasta que llegó su hora es una brillante y épica historia de venganzas y ajustes de cuentas que logra transmitir con una solvencia más que notable el espíritu de lo que es, ha sido, y será un “Western” . El genial Ennio Morricone es el autor de la banda sonora, que al igual que todo el film es una verdadera e inolvidable obra maestra no solo de este género si no del cine en general.
Trailer de “Hasta que Llegó su Hora”
Y si hay un film de factura norteamericana pero con visibles influencias del “spaghetti western”, ese es “Grupo Salvaje” . Una obra tan interesante como incomprendida (por desgracia). Grupo Salvaje (1969) es una excelente película dirigida por Sam Peckinpah y protagonizada por William Holden, Robert Ryan y Ernest Borgnine (entre otros). Este violento film ahonda en el ocaso de la dorada época del Oeste, descubriéndonos las aventuras de unos pistoleros decrépitos y decadentes, conscientes de que su hora a pasado, pero reacios a dejarse llevar por el ineludible paso del tiempo. Este film cargado de dramatismo y emociones es sin duda alguna un homenaje a aquellos que vivieron esa época tan confusa y que no supieron adaptarse a las nuevas leyes o a los cambios trascendentales que se produjeron en la sociedad del viejo Oeste. Como en todas las obras de Peckinpah, es muy apreciable el brillantísimo trato tan personal y sincero de la violencia, tan característica del genial director (véase Perros de Paja) que no era precisamente un amante de la sutileza, sino más bien todo lo contrario, mostrándonos con talento la psicología de los despiadados personajes protagonistas. Los cuales se ven inmersos en una historia llena de traiciones, desengaños y venganzas. Plausibles y realistas tiroteos de magnífica factura y ejecución, con un loable dominio de la técnica, tanto visual como dramática y (CUIDADO SPOILER) con un apocalíptico y sangriento final que acaba en masacre. Grupo Salvaje es un film de extrema dureza no apto para corazones “sensibles” a los que les gusten las historias amables y con final feliz (no quiero destrozar con este comentario la trama del film pero si sois fans de Peckinpah ya sabréis que sus historias no suelen acabar comiendo perdices). Sin duda alguna uno de los mejores Westerns de la historia y que os aseguro que no dejará a nadie indiferente.
Quiero recalcar que este film no es amante de mostrarnos lindezas ni suavidades, es tan crudo como real y tan estético como amargo. Peckinpah tenía un talento innato para perturbarnos con historias que desprendían tanta melancolía como angustia, y muchas veces conseguía expresamente hacernos apartar la mirada sin necesidad de apoyarse en irritantes y explicitas imágenes, que las hay. Bueno, solo decir que este peliculón es una maravilla del séptimo arte, aunque debo admitir que es un tanto incomoda de ver ya que no es precisamente una historia agradable. Pero todas las rosas tienen espinas y no siempre es mejor el camino más llano. Ahí queda eso.
Trailer de “Grupo Salvaje”
La siguiente y última obra (de momento) de este post que quiero recomendar es “Solo ante el Peligro” (1952). Un western dirigido por Fred Zinnemann y protagonizado por un espléndido Gary Cooper y la siempre estupenda Grace Kelly. Una de las musas del gran Alfred Hitchcock, director que sin duda alguna se encuentra relacionado indirectamente con este film, ya que “Solo ante el Peligro” está clasificado evidentemente como una peli del Oeste, pero también es un film de suspense con claras influencias del genial autor de “Psicosis”. La historia está ejecutada con maestría por Zinnemann que sin necesidad de pedantes eretismos en la narración, tanto visual como artística, consigue crear una atmosfera hipnótica y que atrapa al espectador. En algunos momentos incluso claustrofóbica. También es digno de mención el trabajo realizado por el brillante (a veces), excéntrico y polémico director/productor, Stanley Kramer. Aquí inmerso en la faceta de proyección, la cual es verdaderamente notable e imprescindible para conjuntar la obra. Huyendo de los recurrentes estereotipos del Western más clásico, Zinnemann muestra una increíble y brillante habilidad para manejar e introducir en la sinopsis a los actores. Los cuales consiguen una perfecta simbiosis con la historia narrada a tiempo real. Logrando que las interpretaciones se adapten con armonía a la atmósfera y la trama del film. En especial, Gary Cooper, que interpreta el papel protagonista (nada fácil por cierto) de un Sheriff a punto de dejar su cargo para casarse y cambiar el rumbo de su vida. Dejando atrás un pasado de abnegado defensor de la ley ya cansado de violencias y muertes. Desgraciadamente para él en el mismo día de su boda aparecerán los fantasmas del pasado, que ineludiblemente siempre vuelven, y sus intenciones de aparcar su antiguo estilo de vida se verán truncadas por el regreso de un antiguo y temido enemigo, al que el mismo encerró y que reunirá a una banda de “indeseables” con el fin de vengarse y acabar con la vida del Sheriff. Que como nos indica la locuaz traducción del título al español (no os podéis ni imaginar cómo me gustaría encontrarme cara a cara con alguno de esos traductores del cine español para decirle cuatro cositas ), Cooper se encontrará abandonado por sus vecinos y deberá enfrentarse solo a sus enemigos afrontando el miedo y el desaliento que producen la soledad y el desamparo . Este film fue galardonado con cuatro (en esta ocasión merecidos) Oscars de la “sagaz” academia : Mejor actor (Gary Cooper) mejor montaje (Harry Gerstad/Elmo Williams) mejor canción ( Dimitri Tiomkin) y mejor banda sonora original en el apartado de drama o comedia (Dimitri Tiomkin). Debo añadir que el comentario de los Oscars recibidos por este gran film no es más que una mera anécdota, al menos para mí, ya que por si no lo habiaiss notado por mi ironía os diré que en mi opinión los Oscars son una pantomima y la mayor tontería y falsedad que hay en el mundo del cine. Si acaso dudáis de mis palabras echad solo un vistazo a los premiados y nominados de los últimos años y veréis a lo que me refiero.
Trailer de “Sólo Ante el Peligro”
Bueno forasteros espero que os animéis a ver alguno de estos magníficos títulos. Y desde aquí en Tierra de Cinéfagos quisiera poner mi granito de arena para que este indispensable género que es el Western y que tantas alegrías nos ha dado no caiga en el olvido. En la segunda y última parte de este post dedicado al cine del Oeste, que próximamente publicaremos, recomendaré otros cinco films más de vaqueros (aparte claro está de alguna que otra aburrida disertación). Ahora sólo me queda decir dos cosas más. La primera es desearos un feliz año nuevo lleno de salud, amor, amistad y dinero (menos importante que las primeras). Y para terminar os diré que el Western no estaba muerto, estaba de… ¡¡¡parrandaaaaaaaaaa!!! jejjejejejejejje.
Felices fiestas y Sayonara!
Fdo: Harry Powell