HBO no mentía ni se quedaba corta cuando aseguraba que iba a poner toda la carne en el asador con Westworld. La que se ha vendido como "la nueva Juego de Tronos" ha resultado ser, en realidad, un producto muy diferente: más sutil, mucho más complejo; porque Juego de Tronos encuentra su fuerza en la espectacularidad, en los "grandes" momentos (Khaleesis probando que no arden, explosiones de fuego valyrio...), pero Westworld demuestra brillar en los matices, en los pequeños detalles, en las sutilezas de conversaciones cargadas de emoción, de filosofía y de reflexiones.
Westworld ha tenido, a la hora de la verdad, y como conjunto, toda la inteligencia y sensibilidad que Juego de Tronos nunca me ha demostrado. Y ha sido con el 1x10 "The Bicameral Mind" con el que se ha cerrado a lo grande una primera temporada que me deja satisfecho, con ganas de más y, sí... con el culo torcidísimo. Porque lo cierto es que no esperaba que esta serie me fuera a gustar tanto, pero ahí he estado cada semana, emocionándome como un crío con cada nuevo episodio y volviéndome loco con todas las teorías. Y ahora, una vez finalizado, nos toca hacer balance de este enrevesado relato: el más ambicioso de HBO hasta la fecha.
¡Spoilers, por supuesto!
Podríamos mencionar a muchos personajes de interés esta temporada, pero creo que han sido tres los grandes pilares de la serie: Dolores (Lola para los amigos), Maeve y el Dr. Robert Ford. "The Bicameral Mind" ha llevado a cabo la difícil tarea de hacer confluir todas las tramas, aparentemente "dispersas" (o eso creíamos), revelándonos así el misterio de cada uno de ellos. Y no puedo estar más contento con ello: Westworld, en lugar de dejarnos con dos palmos de narices hasta la siguiente temporada en pos de "alargar" el misterio, ha sabido contentarnos dándonos las grandes respuestas, al tiempo que deja un cliffhanger estupendo que nos hace querer más.
¿Quiénes son "buenos" y "malos"? ¡Ya no queda tan claro! Ford se configuró, desde aquel épico asesinato de Therese (uno de los momentos cumbre de la temporada), en el personaje más oscuro de Westworld. Pero yo, quizá algo ingenuamente, creí que lo único que le motivaban eran sus propias ambiciones, su ego desmedido, su interés por sentirse un Dios. Y, sin embargo, "The Bicameral Mind" nos demuestra que es un jugador a muy largo plazo, y que lo que en realidad pretende es liberar a los anfitriones. Me quedo muerto. Que William era El Hombre de Negro lo vimos venir -por ese juego entre las distintas líneas temporales y recuerdos mezclados-, pero jamás hubiera esperado que Ford resultase ser un "villano" tan complejo.
Enhorabuena, Westworld te ha revelado que eres un: capullo
Aún más interesantes que Ford, lo han sido Dolores y Maeve. Ellas siempre han sido manipuladas por Ford (si suponemos que Ford es quien modificó el código de Maeve para despertarla aquella primera vez, lo cual no queda del todo aclarado), en un intento de conducirlas a su, ¿propia empoderación? Bernard revela a Maeve que toda su cruzada a lo "Espartaco" estaba, en verdad, planeada desde el principio. Alguien estuvo moviendo los hilos en la sombra; nunca tuvo libre albedrío. Pero en el instante final al montar en el tren Maeve se encuentra, quizá, ante la oportunidad de tomar su primera decisión real. Cuando elige volver a por su hija... ¿está siendo libre por primera vez en su vida? ¿No debería haberse ido del parque, no era ese el plan?
¡Y lo dice como un cumplido!
Dolores es incluso más compleja que Maeve. Thandie Newton ha sido maravillosa, pero es que lo de Evan Rachel Wood es de otro mundo. Y nunca mejor dicho. El elenco de Westworld es otro de los campos en los que la nueva serie de HBO gana por goleada a Juego de Tronos (lo siento, Kit Harrington, eres muy simpático... pero aburres a las piedras). Y es que ha sido Evan Rachel Wood quien ha interpretado al personaje clave de la serie, la llave que abre todos los misterios. La favorita de Arnold, la más antigua, y la más inteligente. La que ha descubierto lo que había en el centro del laberinto... que no es ni más ni menos que la consciencia, la propia identidad, la esencia de uno mismo. ¿Cómo de brillante es eso?
Porque Dolores es Wyatt, el gran villano que buscaba el Hombre de Negro, aka William (que ha demostrado ser el gran cuñado de la serie, más que el suyo propio), y que siempre tuvo frente a sus propias narices. Y así, de esa forma, guiada por el recuerdo de Arnold y por los empujoncitos que ha ido dándole Ford todo este tiempo, ha llegado a un nuevo punto de inflexión en su vida... se ha hecho con el poder y ha arruinado la fiesta a los pijos. Literalmente. ¡Santo sielo! ¿Ford tenía, pues, previsto morir? ¿Dar su vida, al igual que Arnold, por una causa? La Junta quería simplificar a los anfitriones, volverles más "fáciles" y manejables, pero Ford no lo ha permitido. Se ha ido a lo grande, revelándose contra los opresores y dando a los anfitriones la oportunidad de acabar con el mundo de Westworld. Charlotte, al igual que Therese (pobre Therese), nunca tuvo el control realmente.
Dolores ha venido a liarla parda.
Conclusiones...
Muchas incógnitas siguen en el aire de cara a la segunda temporada de Westworld. William, que parece haber logrado su sueño (que los anfitriones sean por fin un adversario formidable y auténtico), podría ser asesinado por la horda de zombis-robots. ¿Y qué me decís de Charlotte? ¿Y Ford? ¿Ha muerto de verdad? No volver a disfrutar del inmenso Anthony Hopkins sería una pena. La gran cuestión que queda por resolver es si esta "rebelión de los robots", un clásico del cine que Westworld ha reinventado de forma brillante, podrá llegar a buen puerto. Algo me dice -y más si Westworld quiere durar varias temporadas-, que no será tan sencillo para ellos.
No sé cómo será lo que está por venir, pero me basta con que mantenga el nivel de lo que hemos visto hasta ahora. La hermosa banda sonora, las grandes actuaciones y los cuidadísimos diálogos se han fundido en un todo que, quizá no haya sido perfecto -algunas historias quedan algo cojas, y personajes como Therese y Elsie podrían haber sido mejor y más desarrollados-, pero sí ha sido muy disfrutable. No era fácil tomar una idea tan trillada y hacer de ella algo fresco, fascinante y original... pero Westworld, compañeros, lo ha hecho.
¿Qué os ha parecido a vosotros? No todos están tan contentos como yo; hay incluso quien ha considerado a Westworld pretenciosa, pedante y presentada de forma demasiado confusa (hace poco, por cierto, hablábamos de "series fáciles" y "series difíciles"). Sois más que bienvenidos a expresaros en la sección de comentarios. Me encantará debatir con vosotros.
PD: Que no se nos escape que, al final de los créditos, hay una breve escena que muestra a Armistice escapando de su trampa. Parece que volveremos a saber de ella, para desgracia de algunos.
PD2: ¿Y qué me decís del amigo de Elsie? Fue raptado por la Nación Fantasma en el episodio anterior, y no volvimos a saber de él. ¿Podría estar Elsie también con ellos? No acabamos de ver su cadáver, y ya sabéis qué puede significar eso en una serie...
Isidro López (@Drolope)