Son unos dulces muy ricos, como bocadillitos de bizcocho rellenos que te puedes comer de un bocado. Además, son muy sencillos de hacer, perfectos para pasarse una tarde divertida cocinando con los niños.
Como siempre, lo primero es hacerse con los ingredientes:
- 125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 150 gr de azúcar moreno
- 2 huevos
- 75 gr de chocolate para fundir
- 200 gr de harina
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 25 ml de batido de chocolate
- 1 chorrito de coñac
- 1 pizca de sal
Repartimos la masa sobre un molde para whoopies o, si no disponéis del molde específico, hacemos pequeños círculos de masa sobre papel de horno, todos del mismo tamaño y separados unos 5 cm, porque al hornear se desparraman un poco y podrían pegarse.
Horneamos unos 10-15 minutos a fuego medio.
Tener cuidado de no apilarlos porque se pegan unos a otros (lo sabemos por experiencia, ya veis que para la foto los apilamos todos muy monos, y luego nos vimos negras ¡¡arghh!!)
Una vez listos, esperamos a que enfríen un poco y los vamos clasificando de dos en dos por su forma (os recuerdo que el círculo está hecho a mano, y puede haber pequeñas diferencias).
Los rellenamos justo antes de comer, para que no se ablanden. Podemos hacerlo con lo que más nos apetezca, en nuestro caso crema pastelera, aunque lo admite todo: crema de chocolate, nata montada, mermelada, buttercream... esto ya va en gustos.
Por último los decoramos por encima con fideos de colores.