Fue en el año 1995 cuando los estantes de las librerías americanas recibieron una historia surgida de la pluma del autor Gregory Maguire: Wicked, memorias de una bruja mala, que nos cuenta la vida de Elphaba Thropp desde su nacimiento hasta la llegada de Dorothy Gale a la tierra de Oz, pasando por su niñez, su adolescencia, su etapa en la universidad, su lucha por los derechos de los animales parlantes, su amistad con Glinda o su primer amor. Poco tardó la obra de Maguire en ser considerada “oficialmente” la precuela de la historia que en 1900 creara L. Frank Baum: El Maravilloso Mago de Oz. Sin duda, una vuelta de tuerca a la idea que todos teníamos de esa malvada bruja del Oeste, una atenta mirada a sus sentimientos, a sus razones para actuar del modo en el que lo hace.
Y como era de esperar tras el éxito del libro, pronto las ofertas de adaptaciones comenzaron a llegar. La aceptada fue la del musical de Broadway, cuya música fue compuesta por Stephen Schwartz, mientras que el libreto corrió a cargo de Winnie Holzman. El espectáculo se estrenó en el año 2003 en el teatro George Gershwin con una increíblemente talentosa Idina Menzel en la piel de Elphaba, la protagonista. Cabe destacar que el papel de la Malvada Bruja del Oeste la hizo merecedora del prestigioso premio Tony (considerado el Oscar del teatro) a la mejor actriz. Kristin Chenoweth, por su parte, asumió con gran acierto el rol de Glinda, la Buena Bruja del Norte. El elenco se completó con nombres como el del ganador del Oscar, Joel Grey.

Se dice que una producción cinematográfica está siendo ahora llevada a cabo para que podamos disfrutar de este musical en las salas de cine. Además, también se confirmó hace poco que se está rodando una miniserie de televisión inspirada estrictamente en el libro de Maguire.