Una de las asambleas de los miércoles del proyecto #WikipraçaSP – #Wikipraça Arouche, en el largo do Arouche de São Paulo.
¿Cómo sería una plaza que funcionase como Wikipedia? ¿Cómo se leería un espacio urbano en el que cualquier persona pudiese agregar párrafos, objetos, como en una entrada de Wikipedia? ¿Cómo sería la gestión colectiva de su contenido? ¿Quién redactaría las normas? ¿Qué procesos activaría la inteligencia coletiva?
Desde el nacimiento de Wikipedia, el término wiki (que significa ‘rápido’ en lengua hawaiana) se ha convertido en sinónimo de colectivo, de colaborativo. La enciclopedia hecha por pocos es vertical. La wikipedia cocinada por muchos es inteligencia colectiva. Lo interesante es que en los últimos años, el imaginario wiki y su método participativo (siempre asimétrico y algo mitificado) está impregnando todo. De la economía a la cultura, de la ecología a la educación. Y aunque tal vez no se pueda hablar del wikiurbanismo como tendencia o método consolidado, sí existen diversas prácticas que unen lo wiki y lo urbano.
Uno de los primeros casos del wikiurbanismo fue el proyecto Wikiplaza, del colectivo español Hackitectura, del año 2006. Una estructura física de aroma ciberpunk, que ocupaba temporalmente el corazón de una plaza, era la metáfora de la conexión digital con los espacios físicos y del gobierno en red. Por otro lado, el proyecto WikiBrest (Francia) investiga sobre la reactivación colectiva de territorios usando una wiki digital (tipo de site colaborativo) y propiciando los encuentros físicos. La mismísima Wikipedia está incentivando el vínculo entre espacios urbanos concretos y los textos de su plataforma en su proyecto en Monmouth (País de Gales): un simple código QR facilita el puente territorio-internet desde cualquier celular con acceso a Internet. Lo wiki es más que un término, mucho más que una simple plataforma digital. Lo wiki es, ante todo, una actitud. Un imaginario, un deseo de hacer cosas de forma conjunta, de habitar el vacío con relaciones.
La tecnología ha evolucionado tanto en la última década que ya no es necesaria la cúpula futurista del primer sueño Wikiplaza. Las plazas están ocupadas por hilos de wikis, de blogs, por senderos inalámbricos que conectan ideas, deseos. Una foto de una plaza, compartida en cualquier red social, dialoga con usuarios de todo el mundo. Un hashtag conecta en tiempo real una calle de São Paulo con Bogotá o Moscú. La realidad es más híbrida que nunca: analógica y digital. Los píxeles se mezclan con los adoquines.
El proyecto WikipraçaSP – Wikipraça Arouche, que desde la red Futura Media desarrollamos con el Ayuntamiento de São Paulo en el centro de la urbe, camina en esta dirección. Tendrá una piel mestiza de bits y átomos. Será aroma de ficus y efervescencia de chat digital al mismo tiempo. Wikipraça, más que levantar estructuras físicas o ideas acabadas, será un espacio para tejer relaciones, para construir colectivamente deseos. ¿Pero en qué consiste exactamente WikipraçaSP – Wikipraça Arouche? Me gusta definir el proyecto como un aplicativo (metafórico) que hace funcionar el territorio de una forma colaborativa. También me gusta pensar en la Wikipraça como una palanca que activa mecanismos colectivos. A su vez, me inspira definir la Wikipraça como un método: de escucha, de diálogo, de co-creación, de acción.
Importante apuntar, eso sí, que la Wikipraça es una definición abierta, en construcción. Y por eso puede ser muchas cosas. La Wikipraça es un dispositivo inacabado, completado por sus usuarios. La Wikipraça es un puente entre las diferentes comunidades del Arouche y São Paulo. Una nueva interfaz de política distribuída. Un espacio común para ser habitado de otra forma. Un nuevo paisaje sobre ese conjunto de relaciones y afectos que conforman la definición de territorio del bahiano Milton Santos. Será, a fin de cuentas, más página en blanco que poema definitivo.
Siendo más prosaico, redondeo mis deseos sobre la Wikipraça. Me quedo con dos posibilidades-horizontes. La primera es conseguir que la WikipraçaSP – Wikipraça Arouche sea una nueva interfaz de diálogo político (lateral, creativo, transversal) con el Ayuntamiento. La segunda: que la Wiklipraça sea una palanca que active procesos colectivos e incentive la auto organización y las nuevas instituciones de lo común.
Nube de palabras de las ideas colectivas para el Largo do Arouche
El método
Los cien primeros días del proyecto han modificado ya el código inicial de la Wikipraça. Cada territorio es único. No sirven las fórmulas predeterminadas y las soluciones cerradas. Menos en el Largo do Arouche, un espacio plural y heterogéneo donde se enreda la bohemia de São Paulo, los muchos públicos LGBT, los inmigrantes nordestinos y una nueva ola de jóvenes (freelances, creativos). A pesar de que el largo do Arouche es un oasis verde en el centro de la urbe, no está exento de problemas, conflictos y tensiones. Los diferentes públicos no dialogan demasiado entre sí. El espacio todavía está estigmatizado por algunos paulistanos. Además, el espacio Arouche es un territorio vivo, ya ocupado. Y rápidamente entendimos que no necesitaba una intervención clásica (ocupar el espacio público), sino una mediación.
Por eso, hemos activado muchos mecanismos de escucha del territorio rouche. La escucha la hemos cocinado con muchas conversaciones informales, encuentros y charlas. A su vez, lanzamos la serie de entrevistas Você e o Arouche (usted y el Arouche) con protagonistas del territorio (vendedores ambulantes, vecinos, comerciantes, paseantes, activistas LGBT…). Paralelamente, fuimos recopilando en una planilla digital todos los actores del territorio, subdivididos en categorías. El mecanismo de escucha y acción ha sido híbrido, analógico y digital. En Internet disponemos de diferentes canales. Facebook es el más importante: tenemos un grupo en Facebook, una conversación colectiva titulada WikiArouche, eventos para las principales acciones y un perfil WikipraçaSP (no fan page) que facilita la interacción. Contamos con perfil en Twitter, (para dialogar con personas relevantes y comunicar) y en Instagram (interacciones más emocionales). Una lista abierta de mail (en servidores independeintes y gestionada con software libre) es otro de los espacios de diálogo. El equipo de trabajo del proyecto se enreda también en un grupo de WhatsApp.
Trabajamos con un árbol de documentos compartidos en TitanPad.com, usamos Google Docs para planillas y Trello para organizar tareas. La mayoría son documentos abiertos a la participación de todos. Por ejemplo, para recopilar ideas, activamos un pad colectivo titulado Ideas de acciones e intervenciones. Comunicación-acción, trabajo en redes multi capas, plataformas transmedia. El territorio, sin duda, es una de las capas o plataformas más importantes.
En el territorio Arouche hemos desarrollado bastantes acciones. Talleres sobre memes y participación en redes sociales. O sobre construcción de mobiliario urbano reciclado con licencia copyleft. También hemos realizado algunos hangouts (debates digitales) proyectados en una pantalla en el largo do Arouche. En Corpos Políticos (micropolítica, feminismos y multitud) y Baderna Brasil (nuevos movimientos y tácticas de la protesta) participaron activistas de todo Brasil. Y el diálogo en tiempo real de diferentes actores y ciudades es un feliz vislumbre de espacio glocal (global y local) e híbrido (digital y analógico).
Sin embargo, creo que lo más destacable del proceso Wikipraça Arouche es que hemos conseguido que todos los miércoles haya una asamblea entre vecinos y frecuentadores del largo do Arouche. Son públicos que no acostumbran a dialogar entre sí. Y ahora, de forma tímida, están empezando a conversar. Uno de los objetivos de la asamblea es pensar en conjunto qué hacer durante el proyecto Wikipraça (acaba su primera fase en marzo) y qué hacemos colectivamente en el territorio. El pad digital con ideas para el Arouche se une al mecanismo colectivo en el territorio. Y la plaza y su conversación vuelven de nuevo a Internet, en el texto Escutando o Arouche, en el que visualizamos con nubes de palabras los deseos de la comunidad Wikipraça Arouche. Las nuevas narrativas son importantes. Por eso nos gustan las nubes de palabras. Y por eso realizamos una primera facilitación gráfica (ver foto) para entender las conversaciones que fluyen en el Arouche.
Destaco de nuevo esa doble cara de la Wikipraça. Una cara activa mecanimos colectivos, empodera e incentiva la auto organización. La otra cara busca un diálogo institucional no lineal. ¿Será que la nueva política pública debería activar, proteger y legitimar las autonomías urbanas, en lugar de intentar dirigir el proceso? Sospecho que las instituciones de lo común no surgirán dentro de las instituciones públicas. Nacerán (ya lo han hecho) en el laboratorio colectivo de las calles y las redes. Sin embargo, lo público debería apoyar, incentivar y proteger en todos los sentidos (principalmente con recursos) estas nuevas instituciones de lo común. Importante también marca la distancia con esa big society de los neoliberales británicos que pretende acabar con el Estado y que los ciudadanos resuelvan todos sus problemas entre sí.
Vítor Massao, haciendo facilitación gráfica del debate Autonomías Urbanas del proyecto
¿Hijos de las protestas de junio?
Las denominadas jornadas de junio de 2013, que exploraron en São Paulo, fueron un auténtico huracán en todo Brasil: manifestaciones masivas, ocupaciones de edificios, aulas públicas en plena calle, nuevas subjetividades políticas. “Nunca nada volverá a la normalidad”, lucía un cartel de junio de 2013. Y así fue. La irreverencia de junio se desdobló en múltiples iniciativas, proyectos, procesos. Junio cristalizó en una nueva realidad política de ciudananos conectados, tejiendo sociedad y relaciones lejos de los espacios habituales para ello. Para Jaques Ranciere una ficción política activa tres procesos simultáneamente: crea un nombre o personaje colectivo, produce nueva realidad e interrumpe la que hay. El imaginario de los vândalos, de los autoproclamados baderneiros (algo así como alborotadores), propició una nueva realidad. En São Paulo el triángulo coche-shopping-condominio se ha visto interrumpido por un deseo ferviente de calle, por otra participación urbana posible, por prototipos colectivos construidos y mejorados en tiempo real.
São Paulo, de hecho, vive una nueva normalidad que interrumpe una inercia capitalista e individualista fabricada artificialmente durante décadas. Del intento de gestión colectiva del Parque Augusta a la ocupación constante de A Batata Precisa de Você, São Paulo cambia de piel. Y el deseo urbano de junio, el anhelo de otra ciudad posible, parece haber calado incluso en las políticas municipales. Junio provocó el nacimiento de la Coordinación del Derecho a la Ciudad en la Secretaría de Derechos Humanos del Ayuntamiento de São Paulo, en una nueva era de Gobierno municipal, encabezado por Fernando Haddad, un verso suelto dentro del Partido de los Trabajadores (PT). Y el huracán llamado junio aceleró sueños otrora imposibles: cientos de killómetros de ciclovías, experimentos como la Zona Verde (ocupación temporal de parking de la Zona Azul, denominadas parklets)… Y tres proyectos pilotos de ocupación urbana. WikipraçaSP – Wikipraça Arouche es uno de ellos.
De la plaza Tahir del Cairo a la Puerta del Sol de Madrid, del Zucotti Park de Nueva York, al Parque do Cocó de Fortaleza, del Gezi Park de Estambul al Largo da Batata. Las urbes del planeta siguen en pie. En pie contra el neoliberalismo urbanístico que castiga el verde y los encuentros humanos en el espacio público. Pero Las ciudades rebeldes de las que habla David Harvey no luchan apenas contra el “urbanismo parasitario”, no son antagonistas. No generan resistencias clásicas. Las ciudades rebeldes construyen, cocinan procesos imperfectos, semillas del nuevo mundo. Mientras el mercado intenta apropiarse del imaginario de las ciudades colaborativas con su urbanismo start up los ciudadanos reiventan sus resiliencias, mutaciones y adaptaciones. Reiventan, amando, su deseada ciudad invisible.
WikipraçaSP – Wikipraça Arouche también es una ficción política. Una ficción-realidad en la que caben muchas otras. La Wikipraça puede ser un personaje, una máscara colectiva. Puede generar una nueva realidad en la que serán los habitantes o frecuentadores del Largo do Arouche los que llenen el espacio de vida, de nuevas relaciones, de deseos o peticiones. Si la arquitectura clásica colocaría mobiliario urbano y respuestas en el espacio, Wikipraça está llegando con preguntas: ¿qué deseas para el Largo do Arouche? Llega con métodos flexibles, herramientas digitales y analógicas, con mecanismos para buscar respuestas de forma colectiva.
Y quizá por eso estamos intentando navegar en la pertenencia emocional al espacio Arouche. No nos interesa demasiado realizar un mapeo clásico para una institución. Estamos mapeando los actores locales, sí. Pero nos entusiasma mucho más la Cartografía Afectiva que hemos puesto en marcha para hacer un inventario de afectos, memorias y deseos del Arouche. El mapa no es el territorio, afirmaba Alfred Korzybski. Y nuestra cartografía no será un mapa. Y despedazará las coordenadas geográficas con contundencia poética. No tengo ninguna duda: en los próximos noventa días del proyecto habrá sorpresas, variables no previstas, nuevos senderos invisibles que aún flotan como posibilidades sobre el Arouche. Sin lo no planeado, no existirá la Wikipraça.
Al final del proyecto piloto, el aplicativo Wikipraça se habrá adaptado al Largo do Arouche de São Paulo. El método Wikipraça Arouche estará listo para ser usado. #Wikipraça Arouche podrá ser #WikipraçaSP y comenzar una nueva andadura por otras plazas, calles y parques de São Paulo. #WikipraçaSP también puede llegar a ser #Wikipraça y adaptarse a cualquier territorio del mundo. El proceso podrá ocurrir con nuestra mediación o sin ella. En unas semanas mejoraremos nuestro sitio wikipraca.org y lo transformaremos en un template libre Wikipraça – WikiSquare de la plataforma WordPress. Allá estará a disposición de todos y todas. Cualquier persona podrá adaptarlo a su propio territorio.
Bernardo Gutiérrez es periodista, escritor e investigador de redes. Es el fundador de la red Futura Media, basada en Sção Paulo, y coordinador del proyecto WikipraçaSP – Wikipraça Arouche.