
Wild Palms son una banda de Londres a la que podemos meter en el carro del post-punk, y del indie-rock más melódico, y melancólico. Sus dos singles del año pasado – Deep Dive y To The Lighthouse – levantaron bastantes expectativas entre la prensa británica, pero por lo que estoy leyendo, este debut no está recibiendo los mismos elogios. Ese dato, hace que un servidor se decante por ellos, y les de una oportunidad, ya que no me fío de ellos un pelo, además, para mi gusto vuelven a estar equivocados.

Until Spring suena sincero; tiene fuerza, y a pesar de ser un disco triste y melancólico, no se hace nada pesado, y es muy ameno. No es que sea una obra maestra, ni mucho menos, pero se les da bastante bien hacer ese indie-rock pausado que a veces termina rozando el post-rock, y que les emparenta directamente con grupos como Aloha (uno de los grandes olvidados del año pasado).
Se les puede echar en cara la irregularidad del disco, pero poco más, ya que aparte de que la producción de Gareth Jones (Grizzly Bear o Depeche Mode) es estupenda, temas como Delight In Temptation, Caretaker, Carnations, o los dos singles que mencionaba antes, suenan muy bien; compactos y con rabia.
7
