Ya está definida la final masculina de Wimbledon, y el título del tercer Grand Slam del año se irá este domingo para España o para la República Checa, dos naciones que estarán representadas en gran manera por Rafael Nadal (2º) y Tomas Berdych (12º), quienes se quedaron con sus duelos de semifinales ante el escocés Andy Murray (4º) y el serbio Novak Djokovic (3º), respectivamente.
Nadal vuelve a ser otra vez, al igual que en el 2008, el hombre que le pone fin a la esperanza inglesa de ver un campeón británico en el All England Tennis Club. El español fue claro ganador en su juego ante Murray, a quien venció por 6-4, 7-6 (6) y 6-4.
Un primer set duro por parte de ambos, aunque el de Mallorca logró prevalecer frente al escocés, quedándose con la primera manga en 37 minutos.
El número 4 salió a buscar la igualdad en el marcador en el segundo, pero el mismo debió llegar hasta un tie break, que estuvo del lado de Rafa, quien además del tenis tuvo a la suerte de su lado. Porque en el desempate, el partido se encontraba siete iguales, y Murray fue a buscar a la red para cristalizar el tanto que le de la ventaja. Sin embargo, la devolución desde el fondo por parte del ibérico dio en la faja, y descolocó al de Escocia, quien quedó 7-8. Así, el número 1 no dejó pasar la oportunidad y tras varios pelotazos se llevó la manga.
El último set fue con un break de Murray al comienzo, lo que le dio la ventaja y hacía presagiar que todo marcharía hacia un cuarto set, lo cual no ocurrió finalmente, porque Rafa se recuperó, y sobre el final le quitó el servicio al de Escocia, y cerró el match de manera imponente por 6-4.
Ahora el español va por el torneo que conquistó en 2008; mientras que los británicos deberán esperar otro año (ya van 74), para ver a un campeón en su tierra.
Berdych y Djokovic animaron la otra semifinal del día. El checo reafirmó que lo hecho en cuartos de final ante Roger Federer, el campeón defensor, no fue casualidad. Hoy, el que lo padeció fue Nole, quien se vio superado por 6-3, 7-6 (9) y 6-3 en algo más de dos horas y 18 minutos.
Un primer set muy parejo, con Djokovic inclusive mejor en el primer servicio. Sin embargo, cuando el juego es equilibrado lo importante es saber defender lo propio y aprovechar al máximo la oportunidad que se presente en el mismo. Y eso fue lo que pasó, apenas una chance de break en toda la manga, le permitió quebrar al checo, quien tomó ventaja por 6-3 en el inicio.
El segundo fue similar, aunque Berdych logró arrebatarle el servicio a su rival antes. Pero el serbio no se dejó estar, y sobre el final recuperó el saque perdido, llevando las cosas a un tie break, que fue en donde estuvo gran parte del curso final del partido. Porque en el momento en que Djokovic pudo igualar el marcador en nueve, una pelota cantada como mala por el Juez de Silla resultó ser buena. A esta determinación se llegó luego de que el balcánico pidiera el Ojo de Halcón.
Con el dilema resuelto, el punto se jugó de nuevo y el serbio lo ganó. Sin embargo, el fastidio del número tres del mundo permaneció, y Berdych fue astuto para sacarle jugo a su momento, quedándose con el desempate, y con el segundo parcial por 11 a 9.
Finalmente, el golpe de no haber obtenido la manga anterior, hizo que Djokovic no tuviese la misma determinación del segundo parcial. Mientras que el checo se soltó un poco más en su tenis, apoyado en el score que marcaba dos sets a cero, por lo que se quedó con el tercero y obtuvo el pase a la primera final de un Grand Slam en su carrera.
Cuadro masculino
Fotos: Zimbio Magazine