“Win win (Ganamos todos)”: La segunda oportunidad

[7/10] Quien haya visto “The station agent (Vías cruzadas)” y “The visitor” sabe que Tom McCarthy es un humanista que nos regala historias hondas y sinceras, y también que nos encontraremos con actores muy bien dirigidos y en perfecta sintonía entre ellos que nos brindan un fresco social tan cercano como entrañable. En “Win win (Ganamos todos)”, Mike Flaherty es un abogado que vive con la soga al cuello para llegar a fin de mes, y también el entrenador de lucha libre de un grupo de chavales que hasta ahora nunca han ganado nada. En ambos terrenos, Mike es un perdedor… pero no con una esposa y sus dos hijas, a quienes no quiere preocupar y oculta sus picarescas para ganar dinero. Es un hombre feliz… hasta que un adolescente llamado Kyle, nieto de un anciano senil del que Mike se ha hecho su tutor legal, entra en su mundo y todo da un giro insospechado.

No hay complicación argumental ni subtramas que distraigan al espectador de lo que McCarthy quiere contar. La sencillez y la transparencia narrativa sirven de vehículo ideal para presentarnos a unos individuos nobles y auténticos, retratados de manera matizada y que no ocultan sus fragilidades, sin ápice de cinismo ni amargura como tampoco de sentimentalismo dulzón. Son personajes muy bien escritos en el guión, que huyen del convencionalismo y entre los que se aprecia una extraordinaria química. Si Mike se nos presenta como un buen tipo que, en su continuo fracaso y acuciado por las deudas, tiene un desliz; su amigo Terry representa al inmaduro por excelencia que ha visto roto su matrimonio; el joven Kyle, al hijo que ha crecido sin afecto; y a su madre como la ex-drogadicta que también lucha por sobrevivir. Todos tratan de encontrar una salida a la vida, todos piden una segunda oportunidad, y todos quieren ganar… como en la lucha libre, eficaz y nada pretenciosa metáfora de la que se sirve McCarthy.

De los personajes secundarios, algunos aportan el toque dramático –madre e hijo fundamentalmente– y otros el cómico –las breves intervenciones de Stemler y su primer combate son muy divertidos–, pero quizá el papel de Jackie, la esposa de Mike, sea el más variable y el que más evoluciona… gracias también a la asombrosa amplitud de registros que demuestra una gran Amy Ryan. En el papel protagonista, Paul Giamatti es un seguro para cada papel que se le encomiende, con sutiles gestos con los que es capaz de construir un personaje conmovedor y entrañable…. Sin embargo, ellos no son los únicos en el soberbio repertorio de interpretaciones, porque Margo Martindale como abogada da un recital en un minuto de presencia, lo mismo que Burt Young al dar vida al senil Leo…. y así el resto del equipo artístico.

Por eso, el éxito de la película radica en lo bien que está trenzado ese tejido humano, desde la escritura hasta la puesta en escena y la interpretación, con un equilibrio que hace que parezca fácil y sencillo lo que en realidad es complejo: que estemos ante una historia auténtica y sincera, que llega y conmueve sin perderse por las ramas, y donde todos tienen una segunda oportunidad… porque la vida es así, y todos ganamos con ello… aprendiendo a luchar (libremente y con honradez) contra la crisis económica y personal. Con todo, McCarthey nos deja una buena película de cine independiente norteamericano, nada minoritaria y muy recomendable para quien le gusten historias sobre la condición humana y aprecie las buenas interpretaciones.

Calificación: 7/10

En las imágenes: Fotogramas de “Win win (Ganamos todos)” – Copyright © 2011 Foxsearchlight, Everest Entertainment, Groundswell y Next Wednesday. Distribuida en España por Hispano Foxfilm. Todos los derechos reservados.

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Publicado el 2 Julio, 2011 | Categoría: 7/10, Año 2011, Comedia, Críticas, Drama, USA independiente

Etiquetas:Amy Ryan, Burt Young, crítica, familia, Margo Martindale, Paul Giamatti, The station agent (Vías cruzadas), The Visitor, Tom McCarthy, Win win (Ganamos todos)