Hace aproximadamente un mes que saltó la noticia de que Tim Burton estaba negociando para dirigir la secuela de aquel desagradable, malicioso y divertido personaje que fue Beetlejuice, al que dio vida un irreconocible Michael Keaton. Aún no se ha confirmado nada, pero parece que al director de Dark Shadows le ha convencido el guión escrito por Seth Grahame-Smith (Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros) y que si todo continúa como se espera, hasta podría retornar Keaton para interpretar al alocado protagonista, deseo que el actor ha expresado en más de una ocasión. Con el realizador y el intérprete a bordo, la que también firmaría para regresar sería Winona Ryder, quien tenía unos tiernos 17 años cuando rodó Beetlejuice y ahora a sus 42, en unas declaraciones para The Daily Beast, ha dado a entender que su participación en la secuela es casi una realidad, a juzgar al menos por la información que maneja.
"Soy una especie de guardián del secreto, pero podría estar pasando (...) No se trata de un remake, sino que la historia pega un salto real en el tiempo y se sitúa 25 años después de los hechos originales. Mi personaje, Lydia, fue una parte importante de mí y estaría muy interesada en conocer que ha sido de ella", explica la actriz, quien además añade que jamás volvería si no es con Burton y Keaton en el barco. "Me encantan esos chicos".
Burton se encuentra ahora inmerso en la producción de Big Eyes, con Christoph Waltz y Amy Adams, mientras que a Keaton le veremos como villano en el remake de Robocop y como prota de Birdman, lo nuevo de Alejandro González Iñárritu. Ryder, por su parte, anda menos ocupada y acaba de completar el rodaje de Homefront (Gary Fleder), junto a James Franco y Jason Statham.
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