Revista Cine
Leo en el último número —el del presente mes de setiembre— de la revista Fotogramas, una entrevista a Woody Allen, con motivo del inminente estreno de su último film, ‘A Roma con amor’. El texto no deja de ser una entrevista promocional de manual, repleta de loas y tópicos en torno al objeto de la promoción; en ese sentido, nada digno de especial mención, ni para bien ni para mal. Pero hay dos cuestiones puntuales, de índole más general, que me llaman poderosamente la atención. Una, es la relación de países (concretamente, Rusia, China, Argentina, Brasil, Suecia, Dinamarca, Alemania y Austria, entre otros) que, según hace constar el autor de la entrevista —Álex Vicente— que manifiesta el director (y no tengo motivo alguno para dudar de la veracidad ni del uno ni del otro), se han ofrecido a Woody Allen para albergar el rodaje de su próxima película. Y la otra es la manifestación, rotunda y palmaria, del propio Allen (y tampoco tengo por qué dudar que así de rotunda y palmariamente lo haya expresado) de que él está dispuesto a ir a rodar sus películas allá donde le ofrezcan el dinero necesario para ello. Más claro, agua…
Y es una lástima. Desconozco el estado de las cuentas personales de Woody Allen; no sé si el mismo le permitiría retirarse de toda actividad remunerada sin merma del (opulento) tren de vida que ha venido manteniendo hasta la fecha: sus querencias intelectuales y su aspecto sencillo y desgarbado no deberían llevar a engaño sobre tal circunstancia. Pero que alguien que ha exhibido el talento cinematográfico de Allen durante tantos y tantos años, y tantas y tan extraordinarias películas, haya decidido dedicarse ya de manera explícita y permanente al cine a subasta y demanda, con todo lo que ello comporta, no deja de ser una auténtica lástima, especialmente para aquellos que profesamos un cierto cariño por el corpus cinematográfico alleniano, compuesto por un buen puñado de cintas entre las cuales, y más allá de los inevitables altibajos de nivel artístico (imposibles de soslayar cuando se es tan prolífico como él), no falta un buen puñadito de obras maestras.
Así que, amigos lectores, ya saben: la colección de vídeos turístico-promocionales (larga duración) iniciada con ‘Vicky Cristina Barcelona’ (de la que, casualmente, me escapé…), y continuada con los correspondientes a París y Roma, parece que gozará de una addenda tan extensa como permita la longevidad del autor y la generosidad con que extiendan sus cheques los productores locales de turno. Eso sí, a mí, que ya piqué ingenuamente con su ‘Midnight in Paris’ —esa celebradísima cinta, que concitó un entusiasmo crítico generalizado que sigue constituyendo, para este torpe juntaletras, un misterio más profundo que el de la santísima trinidad…—, no me volverá a pillar. Para documentales sobre ciudades, los de Lonely Planet o los del National Geographic; y para paliar las penas cinéfilas, quitarles las motillas de polvo a los DVD de ‘Hannah y sus hermanas’, ‘Misterioso asesinato en Manhattan’, ‘Delitos y faltas’ o alguna que otra similar, y darle al play. Asunto resuelto…
* Grageas de cine LXXX.-
* La fotografía que ilustra esta reseña es obra de ThomasThomas, y se publica bajo una licencia Creative Commons.-