El 1 de abril de 1976 nació Apple Computer, la gigante tecnológica conocida por los actuales iPhones, iPads y Macs. En aquella época la existencia de ordenadores personales era algo casi utópico. Únicamente las grandes empresas eran capaces de costear el alto precio de esas enormes y pesadas máquinas que ocupaban estancias enteras. Por aquel tiempo en determinados círculos tecnológicos se expresaba la necesidad de diseñar ordenadores personales capaces de satisfacer las necesidades de usuarios convencionales, no solamente empresas. El círculo tecnológico más importante en aquellos años fue el conocido como Homebrew Computer Club, un club de amantes de la informática ubicado en Silicon Valley, que proponía la proliferación de ordenadores más pequeños que todo el mundo pudiera utilizar tanto para trabajo como para ocio. La revolución ya había comenzado. Lo que era un bien exclusivo al que prácticamente nadie podía acceder, empezaba a convertirse en un sueño hecho realidad para millones de estadounidenses. La naturaleza de esas tertulias, reuniones y conferencias llevó a muchos jóvenes universitarios de la Universidad de Berkeley a plantear negocios y actividades comunes para desarrollar la oportunidad que se les abría en el horizonte: crear el primer ordenador personal.
Cerca de allí, en la sede de Hewlett-Packard en Palo Alto, dos jóvenes estudiantes, Stephen Gary Wozniak y Steve Paul Jobs, se conocían. Por aquel entonces HP era una de las empresas tecnológicas más importante junto con IBM, en la que cualquier amante de la informática desearía trabajar. Sin embargo parece ser que en HP estaban más interesados en la producción de sus nuevas calculadoras, que en la apertura de un proyecto centrado en ordenadores personales. Después de que HP rechazara un proyecto de computación a Wozniak, este junto a Jobs, se pusieron de acuerdo para diseñar sus propios ordenadores bajo la marca de una manzana mordida. Tras esto la historia ya es conocida.
Probablemente, muchos de vosotros no sepáis quien es Steve Wozniak. Desconocido por su escaso papel mediático, su protagonismo fue clave en el nacimiento y posterior éxito de Apple. Además algunos de sus trabajos fueron avalados por la mayoría de sus profesores universitarios en su primera etapa en la Universidad de Berkeley. El Apple II, el primer gran éxito de Apple, fue desarrollado de manera completa por Steve Wozniak. Este ordenador personal heredaba muchas de las funciones del Apple I (también diseñado por Wozniak), que fue una especie de prototipo lanzado con muy pocas unidades. El Apple II se convirtió en un verdadero fenómeno, sobre todo porque incluía la posibilidad de visualizar imágenes y gráficos junto al texto. Algo revolucionario para la época.
Junto al indiscutible papel de Steve Wozniak, Jobs fue co-protagonista. A diferencia de Wozniak, que era más introvertido y cerrado en sí mismo; Steve Jobs destacaba por su gran jovialidad (al menos de cara al exterior) y don de gentes. Las negociaciones para obtener patrocinadores, el trabajo de marketing y la imagen visible de la empresa recaían en la figura de Jobs. Su rostro juvenil y agradable, unido a su facilidad de palabra, eran un instrumento eficaz para atraer compradores. Steve Jobs tenía todo aquello que le faltaba a Wozniak. Igual que Wozniak tenía todo aquello que le faltaba a Jobs. Se complementaron perfectamente. Fue la clave del éxito.
Resulta llamativo e injusto a partes iguales que actualmente la mayoría de eventos para emprendedores se centren exclusivamente en la figura de Steve Jobs como el representante de un modelo de negocio de éxito. Conferencias, coloquios y charlas en los que la imagen que se destaca es la del que fuera CEO de Apple. Sin embargo, estos modelos se equivocan al plantear una visión parcial del contexto que rodeó la primera etapa de Apple. Jobs representaba la parte superficial de la empresa, la principal pieza de marketing y la cabeza visible del proyecto, pero ¿Qué ocurre con los desarrolladores, ingenieros y diseñadores? ¿Acaso no son estos el núcleo básico de una empresa tecnológica? Aquí es donde la figura de Wozniak adquiere sentido. Es como el Yin y el Yang. Ambos se necesitan para que todo resulte armonioso.
No obstante en los últimos tiempos hemos pasado del debate (Jobs vs Wozniak) a la ecuación Jobs + Wozniak = Éxito. Parece que tras la muerte de Jobs y la publicación de su biografía algunos recayeron en la importancia de su antiguo socio en el éxito de Apple. Y es que ninguna gran empresa se ha construido con el trabajo individual de una sola persona. El crecimiento precisa trabajo en equipo y esta es la clave del éxito. El actual CEO de Apple, Tim Cook, es un abanderado del 'working together'. Un ejemplo de esto último es el cambio que han pegado las presentaciones de Apple ('Keynotes') en los últimos tiempos. Antes, con Steve Jobs, apenas salía alguien de su equipo de desarrollo al escenario para explicar los nuevos productos de la empresa. Ahora, con Tim, cada jefe de departamento expone sus novedades. Un cambio de estrategia que asegura el éxito de una empresa. Delegar y confiar en los demás para sacar el trabajo adelante.
Actualmente Steve Wozniak se dedica a realizar conferencias por distintas partes del mundo. Ayer estuvo en la Universidad Europea de Madrid dando consejos a estudiantes y empresarios sobre como reorientar o relanzar sus negocios. Algunas frases quedan ya para la historia. A continuación os incluyo algunas de ellas:
"Nunca diseñamos nuevos productos en el garaje. No diseñamos nada, ni negocios. Es una historia inventada. Steve Jobs creó su parte del negocio en su habitación. El garaje éramos nosotros, teníamos que utilizar lo que fuese posible para poder hacer dinero". "Yo quería que todo el mundo pudiera construir su ordenador por 300 dólares, pero Steve no estaba ni siquiera en eso. Lo que él quería era construir una parte de un ordenador por 20 dólares y venderla por 30. Era el hombre de negocios. Quería hacer dinero". "[Jobs y yo] Compartimos mucho hasta que llegó Apple II. Fue con lo que ganamos dinero pero, una vez lo tuvimos, la personalidad de Jobs cambió. Hablaba con todo el mundo de la empresa y se metía en cada detalle. Fue un error. Yo me seguía ocupando de la ingeniería, trabajaba con los modems...". "Primero, llega tan lejos como puedas con el dinero que tengas y prueba bien tu producto antes de buscar financiación; segundo, intenta tener cerca a una persona que te ayude a resolver los problemas técnicos, aunque sé que esto es una cuestión de suerte; y, tercero, más te vale hacer un buen marketing".