WRAP UP
MAYO(2018)
¡Hola, hola, hola!
Aprovecho ahora que tengo un ratito para dejar preparada esta entrada. Con suerte, me pasaré por unos cuantos blogs. ¡Cruzad los dedos conmigo!¿Qué tal os va a vosotras y vosotros? Yo no me quejo, no demasiado, teniendo en cuenta que una siempre se acaba topando con perlas de las que, sinceramente, no quiero acordarme. Pero contadme cositas, ¿mayo ha sido un gran mes? ¿Muchas lecturas? ¿Alguna cosita guay que os haya pasado? ¡Contadme, contadme, contadme!
Y ahora… vamos con mis lecturas de mayo. ¡Dentro Wrap Up!
JUDE EL OSCURO, de Thomas HardyNota: 5/5
(Reseña pendiente de subir)
Tenía ganas de probar algo del autor. Había oído verdaderas maravillas y, la verdad, la curiosidad es un puntazo si queréis que alguien se empape de una buena historia, ¿no? Pues nada, a principios de abril más o menos empecé el libro y… lo que me pude llegar a reír. Sí, reír. Thomas Hardy tiene un humor bastante ácido, uno que arranca carcajadas – de verdad, la escena del cerdo no tiene desperdicio -; aunque siempre teñido de ese tono nostálgico tan sugerente.
Jude es un desgraciado. Un desgraciado a niveles imposible. El pobre chico – si no recuerdo mal, la mayor parte de la novela tiene poquito más de diecinueve años – se las ve y se las desea para salir adelante. Lo conocemos siendo un niño que trabaja espantando pájaros, un niño que se enamora de la bucólica Oxford, Christhminster en la novela, y sueña con libros y papados. Pero nuestro pequeño Jude se convierte en una persona adulta que, ¡sorpresa, sorpresa!, se enamora. Ay, el amor, cómo le ciega.
No os quiero desvelar demasiado – para eso tendremos la reseña, ¿verdad? –, aunque sí os diré que es de traca todo lo que pasa. Pobre Jude, de verdad que sí.
(CANCIONES Y RECUERDOS 1) FUIMOS CANCIONES, de Elísabet Benavent
Nota: 5/5
(Reseña pendiente de subir)
Tengo un problema. Uno muy gordo. Sólo me faltó sudar sangre para hacerme con el libro. ¿Sabéis eso de “la (el) que la (lo) sigue, la (lo) consigue”. Pues tal cual. El caso es que… me ha flipado. Estaba muy mosca después del chasco que me llevé con La magia de ser Sofía – podéis leer la reseña haciendo clic aquí –, pero os puedo decir (
Mi opinión está un poquito condicionada por la segunda parte – aunque la reseña la hice antes de leerlo, ¡no hay que preocuparse! -, aunque os puedo decir, sin miedo a equivocarme que Fuimos canciones es un libro que vale, y mucho, la pena. Hay situaciones surrealistas, que rozan lo grotesco y, oídme (leedme) eso es maravilloso. Maravilloso porque, bueno, ¿quién no ha hecho tonterías terribles alguna vez? Sí, sí, de esas que luego dan una vergüenza de la hostia contar. Pues eso. Que somos todas y todos muy culpables – excepto las personas que vayan de perfectas, pero yo ahí no me meto.
(CANCIONES Y RECUERDOS 2) SEREMOS RECUERDOS, de Elísabet Benavent
Nota: 4/5
(Reseña por subir)
Si soy totalmente sincera, no está a la altura de su primera parte. Como en la reseña me extenderé más en ese punto, sólo os diré que me ha parecido excesivamente precipitado. Al libro, para ser redondo, le faltan como poco cien páginas más. Y si fueran unas pocas más, tampoco pasaría nada. Soy partidaria de “si vas a hacer algo, hazlo bien” y… joder, aquí me ha bailado un poco la información.
Tal vez mis mayor resquemor se lo lleve Jimena. Esta chica fue una de las que más carcajadas me arrancó – de verdad, está loquísima y soy muy pero que muy fan – pero, por algún extraño motivo, en Seremos recuerdos queda relegada a un segundo plano en el que todo se arregla de forma… abrupta. Y un poco absurda, qué coño. Las personas que hayáis leído el libro entenderéis por qué.
Tres cuartos de lo mismo para Maca y Adriana, aunque debo decir que esta segunda es la que mejores sensaciones deja. No os quiero decir nada, para no estropearos la bilogía, pero sí os diré que me puse muy contenta cuando por fin aceptó las cosas tal y cómo eran.
¿Os lo recomiendo? Claro que sí. Pero no os esperéis “un gran final”. De hecho, estoy que me subo por las paredes con ese epílogo.
BIOGRAFÍA DE UN CUERPO, de Mónica Rodríguez
Nota: 2/5
(Reseña)
Ay, que me da la risa. No sé si decir lo que ya dije en la reseña o dejarlo en “echad un vistazo para saber más”, más que nada porque estoy un poquito (
Me alegro muchísimo de que haya gente que considere esta novela una maravilla. Yo no. Y no tengo por qué sentirme mal. Pero bueno, cada cual es libre de decir (
Dicho (
(CINCUENTA SOMBRAS 1 Y 2), CINCUENTA SOMBRAS DE GREY yCINCUENTA SOMBRAS MÁS OSCURAS, DE E.L. James
Nota del primer libro: 0/5
Nota del segundo libro: 2/5
(Sin reseñas para el blog)
“Si no lo leo, no critico”. Pues casi que podría haberme ahorrado el sufrimiento. Vaya par de libros, por favor. En fin. Como me he extendido en Good Reads – podéis echar un vistazo a las reviews haciendo clic en el lateral derecho, en la sección de cositas leídas de Good Reads -, sólo os diré que Christian Grey es precisamente lo que pensaba. Un monstruo. Así de sencillo. Esperad, ya sé lo que vais a decirme: “se las pasó muy putas”. Eh, me parece genial, pero eso no es excusa. Anular a una persona, convertirla en poco más que una muñeca de trapo hondeando por bandera las frases “yo te quiero” y “esto lo hago para protegerte”. Qué vergüenza. Y qué triste que esto lo haya escrito una mujer.
Puedo entender que haya personas que no quieran ni oír hablar de debates feministas, por eso de que nos han educado de forma y manera que, cuánto más calladitos estemos, mejor. Dios nos libre de decir lo que pensamos. Total, si lo hacemos una de dos: o se nos tiran encima los leones o nos quedamos aislados. Pero estoy harta. Harta de leer que “él es bueno”. NO ES BUENO. Repetid conmigo: NO ES BUENO. Alguien que te dice qué comer y cuándo hacerlo; qué ponerte y qué no, cuándo dormir e, incluso, cuántas horas de ejercicio a la semana… ¡¡¡NO TE QUIERE!!! Por amor de Dios, de la virgen y de todo lo que se os pase por la cabeza: ¡¡somos libres!! ¡Libres! ¿Qué mierda es eso de estar sometida, de hacer todo lo que diga un tío, sólo porque se nos cierra el culito si se enfada? Dos hostias. Dos hostias a puño cerrado. Y bien fuertes, que le pique la carita un ratito, al muy toca-pelotas.
Pero esperad, que hay más. Hablamos de un personaje celoso – gracias a Dios que sólo es eso: un personaje –, obsesivo, controlador hasta lo imposible y tan voluble que le cambia el humor cada tres jodidos segundos. Pero, ojo, que él la quiere. Me río yo de ese amor tan profundo y tan bonito. ¿Pedir perdón todo el rato, por cualquier mierda? ¡Venga ya!
El pasado. Ay, el pasado. Qué fácil es echar mierda diciendo “lo pasé mal de pequeño”, “es que yo sé lo que es pasar hambre”. Contestadme a una pregunta: alguien que sabe lo que es tener, literalmente, nada, ¿cómo puede ser tan materialista? “Hago esto porque puedo, Anastasia”, “es que soy rico”. Felicidades. Me alegro mucho. Claro que sí. Lloremos. Por si el dinero no diera bastante asco, hablamos de alguien que es elitista a niveles surrealistas. El hombrecillo que se pasea en helicóptero “porque puede”, el mismo que tiene una habitación de BDSM y que dice cosas tan estúpidas como que “le gusta pegar a sus sumisas”. Y digo yo, ¿qué opina la comunidad BDSM de esas afirmaciones?, porque yo me pondría hecha un basilisco.
A mi juicio, hay dos cosas básicas en una relación, y eso que yo las considero una pérdida de tiempo: respeto y dedicación. Respeto, os digo, porque hay que aceptar a la otra persona tal y como es, no querer cambiarla sólo “porque tú quieres”. ¿No te gusta? A por otra. El mar está lleno de peces. La dedicación viene a santo de que tiene que ceder tanto una parte como la otra. Imponerse, sacar pecho y darse dos golpetazos, eso es lo que hace Christian Grey. Eh, que él lo hace “porque puede”. Y también podría meterse la lengua por el culo, ya que estamos.
Acabo en seguida. Sólo un par de reflexiones. ¿Qué dice realmente de una parte de la pareja usar la intimidación? ¿Y qué autonomía tiene Anastasia, si no le deja pagar ni un café? Tiene que ser harto humillante. Imaginaos la escena. Vais a un McDonald’s y…
-Oye, ya pago yo las hamburguesas.-No, tú eres pobre. Ya pago yo. Total, gano “cien mil dólares cada hora”.
(Por si alguien se pone tiquismiquis, esto en el libro no pasa. Es un ejemplo que se me ha ocurrido a mí)
¡Bravísimo! ¡Ojo, la cifra! Yo casi me caigo al suelo, y eso que estaba sentada. No exagera ni nada, el campeón. Él, en vez de papel higiénico, usará billetes para limpiarse el culo. Qué vergüenza.
Contestando a la pregunta que tal vez os estéis haciendo, esa de: “Y si tanto los odias, ¿por qué cojones los lees, Carme?”. Pues porque puedo. Venga, ya me dejo de bromitas simpáticas del amigo Grey. Los leo para poder criticarlos, para decir lo que pienso e inclinar un poco la balanza. Ya que nos las damos de ser muy maravillosas y maravillosos, vamos a denunciar todo lo que tenga etiquetas falsas. Aquí no hay amor, amigas y amigos. Aquí hay una relación tóxica, muy pero que muy tóxica. Una relación abusiva en la que Christian manda y Anastasia, como mucho, se pone borde un par de veces. No sé qué pensaréis, pero si mi hermano me dijera que se porta así con su novia, le daría dos guantazos. No puede ser tan difícil vender ejemplos de relaciones sanas, en las que tanto un lado como el otro tengan el mismo poder.
Y esto ha sido todo por hoy. Seis libros.La verdad es que estoy muy contenta, dejando de lado que la mitad me han dado disgustos de aúpa. Pero yo no soy divertida, ya os lo he dicho (
¿Qué habéis leído durante el mes de mayo? ¿Alguna joya? ¿Habéis tenido tantas decepciones como yo? ¿Qué opináis de Cincuenta sombras de Grey?¿Qué opináis de las relaciones abusivas? ¿Algún ejemplo que os venga a la cabeza? Y, al contrario, ¿algún libro que tenga una historia de amor de las de verdad, sin que nadie tenga más narices que nadie?¡Contadme, contadme, contadme!
¡Un besazo muy pero que muy grande y feliz jueves a todas y todos!