WRAP UP
NOVIEMBRE(2018)
¡Hola, hola, hola!
¿Sabéis?, me he dado cuenta de que, en realidad, casi siempre escribo las mismas cosas en este apartado de las entradas. Os pregunto por vuestra semana, os deseo un buen fin de semana y todos esos comentarios que, si bien pueden parecer protocolarios, realmente siento ciertos. Quiero decir, ¿no os pasa que se os escapa una sonrisa cuando alguien os desea un buen día? Cuando lo hace de corazón, quiero decir, porque estas personas que usan el “pasa un buen día” como sinónimo perfecto de “qué te den por el culo” me caen francamente mal. Después de esta reflexión más bien tirando a vacua, lo que quiero decir (escribir) es que me gustaría iniciar algo así como una cadena de buen rollismo. Veréis, hay veces en las que nos castigamos demasiado, en la que nos centramos mucho en la mierda que arrastramos. Y no me gusta. No puede ser que me ria de esa gente que sólo sabe ver el lado negativo de las cosas y luego yo me convierta en una mala imitadora. Así que os propongo lo siguiente: en cada entrada os contaré algo bueno que me haya pasado, que me haya sacado una sonrisa; y os pediré que, si os apetece, me compartáis vuestras buenas experiencias en los comentarios. ¿Os animáis? Mi buena experiencia de esta semana tiene que ver con abrir el buzón. ¿Sabéis cuando una buena amiga os envía una carta con algunas cositas, todas ellas monísimas, dentro? Pues bien, en mi caso esa buena amiga fue Omaira, del blog Entre la lectura y el cine, que me arrancó una súper-sonrisa. Y ahora, ¿qué os parece si vamos con el recuento de lecturas de noviembre? ¿Sí? ¿Os apetece? ¡Dentro wrap up!
THE MOTH IN THE MIRROR, de A.G. Howard
Trilogía: Susurros 1,5
Nota: 1/5
(Sin reseña para el blog)
Me supo a poco, esa es la verdad. Creo que alguna vez he comentado que no soy demasiada amiga de los spin-off o de estas historias, digamos, “entre-historias”. A mi juicio, ese ha sido el fallo de The Moth in the mirror. Una historia muy cortita que no aporta información nueva a la trilogía y que, en realidad, podría haberme saltado. Lo mejor de leerlo ha sido, sin duda, poder comentarlo con las chicas de la LC. En cualquier caso, no me desanimo. De Delirios, segunda parte de la trilogía, espero una gran historia.
SIEGA, de Neal Shusterman
Trilogía: El arco de la guadaña 1
Nota: 5/5
(Reseña)
¿Qué deciros que no dijera ya en la reseña? Una distopía que vale, y mucho, la pena. Estoy segura de que este autor es de los que llegan para quedarse y, joder, qué ganas de hincarle el diente a la segunda parte.
Con una protagonista que en un principio no acabó de convencerme, y un protagonista que me robó el corazón; Shusterman nos sumerge de lleno en el complicado mundo de la muerte erradicada, ese en el que la era mortal ha dado paso a un sistema en el que la criba es el único control de población.
MIERDA EN MIS TACONES, de Lorena Pacheco
Nota: 3/5
(Sin reseña para el blog)
Empecé odiando el libro. Sí, tal cual lo leéis. Empecé la novela odiando a la protagonista, una tía elitista que, joder, hacía que quisiera darle dos buenos bofetones. Si no dejé el libro, fue sólo porque me pudo la presión de grupo. ¿Y qué quiero decir con esto? Al leerlo en una LC y tener la posibilidad de intercambiar opiniones, empecé a ver con ojos más amables a nuestra Raquel y… en fin, al final me enganché.
Sabéis que no me gusta mentir, así que os tengo que avisar: no es un gran libro. Divertido, sí; entretenido, también; memorable, no. Con esto lo que quiero decir (MALDITO ROMEO, de Leisa Rayven
Nota: 3/5
(Sin reseña para el blog)
El caso contrario al anterior: empieza muy bien pero pierde comba. Tanta que, a día de hoy, no sé decir si me ha gustado o no. Es gracioso, ¿sabéis?, porque por norma general, a la que llevo media novela, tengo claro lo que voy a decir (
Si queréis un resumen, podríamos decir que el libro gira entorno a Cassie, una chica que está más salida que el canto de una mesa y que se enamora de un tío en apariencia capullo que, en fin, le sirve como filete de carne. Sí, el estereotipo dado la vuelta, focalizando el “hombre objeto” en la mirada de una chica sexualmente inexperta. Una virgen, para más señas, que se aficiona al porno y tiene un porno-diario – a eso no se le puede llamar de otra manera, creedme – en el que alaba incluso las rodillas de Holt – alias, hombrecillo protagonista –. Me reí muchísimo leyendo sus idas de olla, sus pajas mentales – por favor, me siento muy satisfecha con mi propio chistaco – que, la verdad, eran para mandarla a un psicólogo. ¡Ah, por cierto! Lo que os acabo de contar pasó seis años antes de dónde se supone que empieza la historia.
“Carme, tú odias los flashbacks”. Dadme un segundito, que enseguida lo aclaro. Sí, odio lo flashbacks. Sé que es absurdo y que, en realidad, el problema es mío y no del recurso literario. Ahora bien, no voy a negar que me gustó muchísimo más el presente que el pasado. Me gustó muchísimo la Cassie madura, la que había dado carpetazo a esos pensamientos sinceramente lamentables que, más allá de procurar risas a costa de la pobre chica, no hacían sino dar vergüenza ajena. Me gustó, hasta que se evaporó. Y ahí es donde veo el fallo de la novela: se le quiere dar tanto bombo a ese cambio de roles que el libro se desdibuja, convirtiéndose en un “quiero y no puedo” que terminó por dejarme indiferente.Me gusta sentirme identificada con una novela. ¿A quién no, en realidad? Aquí no lo logré.
No conseguí creerme la pérdida del gran amor, no conseguí que la protagonista me rompiera y, joder, ni siquiera fui capaz de ver ese gran drama. Puede que el problema, de hecho, sea ese: se quiso hacer tan gordo el problema, que terminó por resbalarme. Un drama de sobremesa que, lejos de enternecer, me hizo poner los ojos en blanco. El final fue lo peor. Me quedé flipando, sin dar crédito a que algo tan absurdo, tan banal, fuera la respuesta a todo lo anterior. No, supongo que, en el fondo, el libro me decepcionó tanto que no me gustó. O tal vez esté siendo innecesariamente dura con una historia sencillita que me arrancó algunas carcajadas. En cualquier caso, si os animáis a leerlo, no vayáis pensando en una gran historia. No existe, creedme. Sencillamente, no existe.¡Y esto es todo por hoy! Cuatro libros, sí, sí. Pero vamos a parar de hablar de (
¡Contadme, contadme, contadme!
¡Un besazo muy pero que muy grande y que paséis un estupendo fin de semana!