
En X-Men. Primera Generación conoceremos los orígenes de dos de los personajes más carismáticos de la saga de X-Men: El Profesor X y Magneto. En aquellos tiempos, Charles Xavier (James McAvoy) y Erik Lehnsherr (Michael Fassbender) , además de amigos, eran aliados en su lucha contra un poderoso mutante llamado Sebastian Shaw (Kevin Bacon) con el que Eric tiene una cuenta pendiente.
Tengo que reconocer que nunca he sido muy fan de las películas de superhéroes. Excepto muy contadas excepciones, no son películas que me atraigan de entrada y mucho menos ahora que se inician sagas y más sagas, que no parecen tener fin, protagonizadas por este tipo de personajes.


Uno de los personajes que siempre me ha gustado mucho es Magneto así que, cuando me enteré de que iba a ser uno de los pilares de la película que nos ocupa y que, encima, quien le iba a dar vida era Michael Fassbender (uno de mis actores favoritos del momento) mi interés por el proyectó aumentó considerablemente.
Como ya he dicho, creo que es la mejor película de superhéroes que he visto en los últimos años ya que, entre otras cosas, combina a la perfección momentos espectaculares con momentos más íntimos. Siempre asociamos una película de superhéroes con efectos especiales y, al final, directores y guionistas con menos saber hacer tiran por ese camino de manera que ofrecen un espectáculo visual pero prácticamente carente de contenido. En este caso pesan tanto las escenas de acción como las más pausadas, esas en las que los personajes simplemente "hablan" y vamos conociéndoles de verdad.



Viendo el buen resultado de esta película tengo bastantes esperanzas de ver algo estimable en X-Men: Días de Futuro Pasado, ojalá no me equivoque.