En
Barcelona, del 31 de octubre al 3 de noviembre de este año (2013), tenía lugar
el décimo noveno Salón del Manga.
Para los que no sepan de que se trata, durante estos cuatro días, en la Fira de
Montjuïc de Barcelona, podemos disfrutar de la cultura japonesa a través del
salón. Dentro del recinto podremos comprar todo tipo de productos relacionados
con el mundo del manga, así como ver exposiciones de este mundillo, degustar
algunos de los manjares de la comida japonesa o asistir a eventos de todo tipo.
En lo personal, no es la primera vez que asisto al salón, de hecho es la
tercera. Sin embargo, es la primera vez que he ido desde
que trasladaron el salón a la Fira de Monjuïc (este es el segundo año
que se celebra allí, antes tenía lugar en La Farga de L'Hospitalet). Aunque no
fui de primera mano, mis amigos y conocidosme hablaron muy
bien de él, gracias a que por primera vez, se podía andar por el salón sin
empujones y había más stands.
Este año me la jugué, la cosa pintaba MUY bien, puesto que se había cogido un
recinto más dentro de los recintos de la Fira de Montjuïc, pero los
organizadores se hicieron un lio yel
resultado final fue un auténtico desastre.
Por primera vez, en tres años que voy,he
salido del salón sin ganas de volver, porque realmente no ha compensado
todo el tiempo que he invertido en ir y lo que he pagado por estar allí con lo
que realmente ha sido.
La organización eraDEPLORABLE,
colas y más colas allá donde fueras. ¿Querías comprar una entrada? Haz cola.
¿Quería entrar en el salón? Haz cola. ¿Querías entrar en
el pabellón 2? Haz cola. Sí, que no me importa hacer un poco de cola,
pero en otras ocasiones hacía unaÚNICAcola para comprar la entrada (de
dos horas) y para entrar tan solo tardaba unos escasos cinco minutos.¡Es que había cola hasta para poder
salir del recinto!
¿Y por qué hay colas?Muy
fácil: los organizadores, ilusos de ellos, no se esperaban que, visto el éxito
del año pasado (se batió el récord de visitas al salón), superasen el
límite de aforo máximo del recinto. Total, que las colas estaban generadas porun fallo de cálculos de los
organizadores.
¿Y este fallo a qué se debe?Simple:
probablemente no tuvieron en cuenta que la gente compraría las entradas por
Internet o que la gente que salía, no quisiera volver a entrar,
porque si no, no entiendo semejante estropicio.
¿Todo esto qué genera?Pues
lo ya mencionado:colas
absurdas. Son tales absurdas las colas, que hasta la gente que ya había
entrado y tenía que salir por una razón u otra, debía volver a
comerse la cola de dos horas para poder volver a entrar.
Para que os hagáis una idea sobrealgunos
casos, pregunté a conocidos en el salón cuales fue su experiencia en el día
de ayer, todos coincidían en que este año fue una decepción total:
"He llegado a las 10:30h. He tenido que hacer una cola de dos horas para
comprar mi entrada y otra cola de 2:30h para poder entrar, aún no he
comido."
"He llegado a las 9:30h, sin entrada. A las 10:30h estaba dentro. He
salido un momento para comer a las 13h, ya no he podido volver a entrar."
"He llegado a las 17h con entrada. He podido entrar al recinto a las
18:35h, pero hasta las 19h no he podido entrar dentro del pabellón. A las 21h
cierran."
Además de todo esto, por culpa de no tener en cuenta que se puede sobrepasar el
aforo máximo, las taquillas se cerraron sobre las 16h (aproximadamente). ¿Y si
soy de fuera de Catalunya, vengo expresamente al salón y me cierran la
taquilla? Te dirán que la compres por Internet, pero a menos que haya un
ServiCaixa o un Corte Inglés cerca, no podrás imprimir la entrada, porque
tampoco habían habilitado los billetes electrónicos.
Bueno, y
no hablemos del poco control que había en las colas, porque eso ya era el
colmo. No se puede tener a voluntarios vigilando que la gente no se cuele y que
esto siga pasando y si no, que no pongan barreras unidas por cinta aislante.
Por ello, a la que te despistabas se te colaba alguien. De hecho, la cosa iba
tan lejos que habíagente sin
entrada que se colaba por todo lo grande, impresionante.
Lo
curioso era la manera de controlar el aforo: a ojo. Dejaban entrar a un puñado
de gente cuando otro puñado salía, para que, cuando entrases, hubiese cantidad
de sitio por el que andar libremente, sin problemas y ver la cantidad exagerada
de espacio desaprovechado. Vaya, que encimael
aforo estaba mal calculado.
Eso sí, he de decir que sí, que una vez entras todo está bien, aunque sigue sin
ser como otros años. El ambiente era bueno, había cantidad de gente disfrazada
como todos los años, más espacio para poder andar, etc. Perodespués de estar cinco horas de
pie, para comprar la entrada y poder entrar dentro, sin haber comido, se te
quitan las ganas de todo y lo ves rápido, deprisa y corriendo.
Cualquiera
podrá rebatir todo esto y decir que, a fin de cuentas, cuando estabas dentro
estabas cómodo y te lo pasabas bien, lo sé. Pero en contraposición tansolo hay que pensar en la de gente
que se quedó fuera por culpa del cierre de taquillaso la de gente que al entrar, tan solo
quería un banco para poder descansardespués
de más de dos horas de cola. Y la cantidad de casos que ni comento.
A mí por
lo menos, si fuese el encargado de toda la organización del XIX Salón del Manga
de Barcelonase me caería la
cara de vergüenzapor todo
esta organización, porque por muy bueno que sea lo que haya en su interior, si
acabas hasta las narices antes de entrar, no vale la pena. No acabo
de entender como el mayor evento de la cultura japonesa de Catalunya, después
de 18 años,sea responsable de
semejante caos.
Yo me lo
replantearía,podrían cambiar
el nombre del salón: "El salón de las colas y llévate un manga de
recuerdo".
¿O
vosotros iríais a ver una película al cine si el tráiler no os convenciese en
absoluto?