Carrera para reconciliarme con las zapatillas tras varias semanas desmotivado. Ojalá siga siendo Correfiqui por muchos años y que lo siga contando en esta bitácora.
foto: Luis Corredor
No podía haber elegido mejor ocasión para recuperar las ganas de correr que la Carrera Benéfica de Utrera por la Asociación Andaluza de Fibrosis Quística, organizada por mi grandísimo amigo Juan Garrido, la voz de las carreras populares. Ha sido de esas ocasiones en las que he buscado el sentirme bien corriendo, sin dejar de tener ese pequeño punto de sufrimiento. Cita imprescindible en mi calendario porque esta prueba transmite mejor que nadie los valores que representa el atletismo. Tan importante es que me sentiría muy mal si faltase alguna edición por la experiencia tan enriquecedora que supone correr aquí, la que devuelve por apostar por la carrera.
foto: José Manuel Mayorga
Como era de esperar, fue una tarde calurosa; sin embargo nada comparado con el bochorno de la carrera en Triana, así que sería mucho más soportable. El recorrido había cambiado mucho este año al poner la salida y la llegada junto al Pabellón Pepe Álvarez (justo al lado del Paseo de Consolación), pero sin olvidar el centro de tan bella localidad. Opino que el trazado había ganado mucho con los cambios al tener más parte llana y pocas subidas que de costumbre, además de que el paso por adoquines era menos agresivo.foto: @correparkMLuisa
Salgo con la idea de no dejarme llevar, pues al empezar cuesta abajo es fácil que se dispare el ritmo. Unos 200-300 metros después giramos a la derecha para pasar por el interior del Parque de Consolación, donde había bastante público que también había presenciado la salida. Un poco de callejeo por calles aledañas y segundo paso por el arco de salida, estando el kilómetro cuatro más adelante. Primera parte corriendo la mayor parte del tiempo junto a Jose María López Guerra del Utrerano, Antonio Prieto, el presidente del Arunci Morón, y sólo a ratos Marco Rufo.
foto: @correparkMLuisa
Pasado el ecuador de la carrera, me dirijo en solitario al centro utrerano. Recorrido con muchos giros y alguna subida dura como la de la Iglesia de Santa María, más algunos puntos emblemáticos de la localidad como la Plaza del Altozano o el Pasaje del Niño Perdido. Me siento muy bien de fuerzas pasado el km 8, de modo que intento meter una marcha más y luchar por recortarle el mayor número de segundos posible al crono. Esta vez el final era cuesta arriba, nada favorable a mis escasas aptitudes cuesteras si pretendía correr mucho. Un final que supone la metáfora perfecta para tomar conciencia de la dificultad de sobreponerse a la fibrosis quística, sobre todo si vas sólo, tal y como expresó Juan Garrido en su día.
Foto: José Manuel Núñez Hurtado
En la larga recta hacia arriba para meta me pasa sin contemplaciones Josemari López Guerra, quien se siente espoleado por los ánimos de la gente de su club y por sus dotes de mediofondista. A pocos metros de cruzar la meta también me pasa el amigo "Johny" González. Finzalizo con salto y choque de manos con Juan Garrido para agradecer su cariño, como cada vez que pronuncia mi nombre, y satisfacción por haber hecho una gran carrera sin meterme tanta presión. Necesitaba un día así para ganar moral y valorar como se merecía el camino recorrido hasta ahora (y el queda por recorrer).
foto: José Manuel Mayorgafoto: @correparkMLuisa
Resultado final de 32:12 para un recorrido aproximado de 8,7 kilómetros, con una media aproximada de 3:42 min./km. Salgo pletórico de esta carrera. Agradecer a la organización por el éxito rotundo otro año más (el que ya es de por sí sacar esta prueba adelante), a todos los amigos con los que he tenido oportunidad de coincidir por las palabras de ánimo y al amigo José Luis Olivares por dejar que fuese con él y sus hijos (felicidades por ganar el ajuar del sorteo) a esta carrera y por las gorras.
foto: Luis Corredor
´Próxima carrera: Carrera Parque de Miraflores de #Sevilla10 y Nocturna de Dos Hermanas.