En 2015, el XIII Walkathon tuvo lugar una semana después de mi asalto fallido a Ronda.
Este año la historia se repitió, a causa de mi pie izquierdo en lugar de mis riñones y tras varios días entrenando en bici decidí acudir a la cita trotando para probar mi pie.
Tardé poco más de una hora en cubrir los 11 km que separaban la salida de casa, por fin y tras casi 3 semanas, sin experimentar dolor alguno al correr, aunque encontrándome muy lento y con las piernas agarrotadas de las palizas con la bicicleta.Tras saludar a viejos amigos como Ángel Krebbers o Vicente Camacho, los representantes del Club Atletismo Fuengirola nos echamos una foto de grupo y fuimos metiéndonos en ambiente.
Preparados para una jornada de solidaridad y deporte
Sobre las 10 y media empezamos el calentamiento grupal y poco después empezó la marcha, en la que ocupamos la cabeza de carrera, siempre tras las banderas.Selfie de Víctor, alcalde local
A diferencia de con la XIII edición, esta vez no ascendimos hacia la balaustrada blanca de la carretera por la rampa, sino que recorrimos una zona de paseo marítimo al nivel del mar en obras por el 2015, muy bonita, ascendido por las escaleras a la carretera una vez pasamos el Casino de Torrequebrada.Por lo demás el recorrido fue el mismo, con calor, pese a que este año las nubes nos resguardaban del sol.
Una vez llegamos al margen izquierdo de la carretera activé el GPS (se me había olvidado por completo) y me coloqué tras los abanderados junto a Lucía e Irene, las peques, que avanzaban a buen ritmo.
Al bajar hacia el Playabonita un empleado del hotel tuvo el detalle de ponernos una mesa con botellines de agua fría (como hicieron en la XV edición en el Casino de Torrequebrada), con lo que nos avituallamos sobre la marcha camino al Sunset Beach Club.
Allí repetimos el calentamiento y nos enganchamos a la segunda salida (nosotros íbamos para los 10-12 km), aunque no llegamos a ver a los nuevos abanderados hasta casi llegar a Puerto Marina.
Era precioso ver desde la distancia avanzar a la serpiente naranja compuesta por personas de todo tipo, sexo y edad (¡mascotas incluidas!), unidas por una misma causa.
Este año invertimos cerca de 2:10:00 en completar el recorrido, de casi 13 kilómetros (medido con GPS y GLONASS), mejorando en 13 minutos el tiempo de 2015, cuando fuimos nosotros los abanderados.
Una vez en meta nos avituallamos y despedimos de nuestros compañeros y amigos, completando una jornada estupenda.
¡Hasta 2018!
Como de costumbre, dejaré algunas sugerencias del evento, a modo de mejora.Lo mejor
-Siempre es un placer colaborar con la Fundación Cudeca, que como todo, se trabaja muchísimo el evento, ofreciendo con la inscripción camiseta técnica (y de las buenas), avituallamiento, comida, bebida, fruta, crema solar...
-Me ha gustado mucho más el recorrido, de hecho, si por mi fuese lo establecería completamente por la costa a la ida (salvo los tramos impracticables), pero al atravesar la Playa Nudista entiendo que no es factible.
-Este año la salida de las pruebas de 5 y 10 km ha sido más fluida, aunque aprovecharon para salir cuando estábamos en pleno calentamiento (segundo del día), pero esa salida prematura permitió estirar mucho el grupo y hacer la marcha más fluida.A mejorar-Solo se me ocurre para mejorar el evento hacer alguna distancia paralela más, sea en tierra o agua; algo estilo "carrera infantil", recorrido en SUP o Piragua... pero me gusta tal y como está, todo el mundo puede participar y hacerlo y la logística está muy dominada, se notan el esfuerzo y la experiencia.