Y después de este descanso...

El embarazo ha sido una etapa maravillosa, de muchos cambios. De evolución. Sigo siendo la misma (¿o no?), pero con otras prioridades. Me pregunto qué cosas han cambiado realmente o qué otras son solo fruto de las circunstancias.

Durante estos 9 meses he blogueado poco, estaba inmersa en un silencio muy confortable. Me he centrado en todas las emociones, sensaciones y vivencias, sin la necesidad de escribir o comentar sobre ello. Es algo que me llevo conmigo, que alguna vez saldrá fuera seguramente cuando le cuente a mi pequeño cómo fueron estos comienzos de su vida, cuando todo era futuro y planes.
Mi niño ya está conmigo. Desde el 21 de julio en que me convertí en madre y todos estos cambios empezaron a posarse. Aún ando descubriendo quién soy ahora que él está en mi vida y es mi prioridad.
¿Cómo queda el resto de cosas? ¿Qué otros intereses y necesidades tengo que han quedado en un segundo plano? ¿Cómo conciliar esta revolución interior que ahora ya trasciende y se proyecta fuera?
Creo que de la forma más natural posible... dejando que los sentimientos fluyan y que las vivencias me coloquen en el punto adecuado.
 ¿Qué ocurre con el blog? ¿Qué puedo decir ahora sobre mi afición a la moda y mi interés por hacer de ello algo divertido y sostenible? La verdad es que ahora me reconozco menos en muchos de los blogs que narran compras, adquisiciones, estrenos y 'necesidades' absolutas de poseer tal o cual marca. Ahora mi interés por vestirme y encontrarme bien es mucho más íntimo que antes. Es una necesidad frívola y superficial pero es también una necesidad de coherencia: vivimos tiempos complicados, el consumismo entra en revisión y el derroche ahora es más complicado que en cualquier otro momento. Es importante elegir bien, conciliar la sensación de que me cuido pero con sentido común.
La moda es algo efímero pero el estilo creo que no, que es algo que nos define. Yo ahora me preocupo más por encontrar ese punto de estilo personal que me haga sentir bien: por dentro y por fuera. Por eso el hecho de lucir una determinada imagen no me parece muy alejado de lo que debe hacerme sentir cómoda con mis decisiones de compra.
Estilo personal y consumo sostenible. Diseño y confort. Utilidad y frivolidad. Me gustaría conjugar todos estos elementos para poder seguir siendo yo misma (una mujer a la que le gusta sentirse favorecida e identificada con su imagen) pero a la vez poder ser una madre responsable, con las prioridades ordenadas y en equilibrio.
Y es que por ser madre no dejo de ser femenina y coqueta. Y ahora, más que nunca, los trucos para comprar mejor, más rápido, menos y con mayor acierto son plenamente necesarios.
Espero poder seguir compartiendo estas inquietudes desde este rincón virtual en el que ahora somos dos.